El inesperado K.O. de Jorge Martín el pasado domingo, que se iba al suelo en el ecuador de una carrera que lideraba con autoridad, supuso una bocanada de oxígeno para Pecco Bagnaia, que el sábado había terminado en la lona tras ser derrotado en ... el sprint y haber entregado el primer puesto de la general de MotoGP. El liderato del madrileño duró apenas 24 horas, el más efímero de la historia del campeonato, y cortó una tendencia que se había mantenido en los últimos cuatro grandes premios, en los que Martín siempre le había recortado puntos a su rival.
El bagaje de Indonesia es claramente favorable a Bagnaia, que entre el sprint y la carrera sumo 27 puntos por solo 12 de Martín; y su ventaja a falta de cinco fines de semana es de 18, con 185 puntos en juego. Lo bueno del frenético calendario que queda por delante es que no hay tiempo para lamerse las heridas ya que este viernes arrancará el Gran Premio de Australia. «Yo ya estoy pensando en Phillip Island», comentaba el piloto español cuando hablaba con los medios de comunicación un par de horas después de su caída. «Ya he estado preguntando en el box por las gomas que tendremos allí y mañana me pondré a estudiar un circuito que me encanta y donde tengo el récord de la pista».
Tras un error de bulto como el cometido en el circuito de Mandalika, Martín no se fustigó. Más bien, todo lo contrario. Sacó pecho del dominio que estaba mostrando en pista hasta su caída. «Creo que he demostrado que en este momento nosotros somos los más fuertes y más rápido que el resto». Y negó que este falló pudiera sembrar dudas de cara al final de temporada. «Cuando tienes la velocidad tampoco tienes que preocuparte mucho más, tienes que aprovecharlo».
A continuación, cuando a Martín se le preguntó si el resultado del pasado domingo podría dar alas a su rival, la respuesta del español no daba lugar a dobles interpretaciones. «No creo que le haya dado muchas alas porque el que estaba liderando esa carrera con tres segundos era yo. Aquí no iba a ganarme y lleva desde Austria sin ganarme en la pista». Está claro que la batalla por el título de MotoGP 2023 se libra en dos frentes, uno dentro de la pista con dos Ducati técnicamente iguales y otro fuera, la pelea psicológica, en la que desde ambos entornos se lanzan mensajes.
Acción y reacción
En este sentido los caracteres de ambos protagonistas son muy diferentes. El español mucho más directo e instintivo; el italiano más calmado y reflexivo. Aunque el pasado domingo Bagnaia celebraba la victoria llevándose la mano a la oreja y mandaba un recado «a esa gente que habla de más y que tiene la lengua muy larga. A veces es mejor esperar que a acabe la temporada para hablar». No suele acostumbrar el vigente campeón de MotoGP a lanzar este tipo de mensajes, aunque eligió bien el momento y el lugar.
Tras su celebradísima victoria en Indonesia, Bagnaia confesó por primera que el terrible accidente de Montmeló del que milagrosamente salió ileso en lo físico, más allá de un fuerte hematoma en la pierna, sí que afectó en lo psicológico. Algo cambió aquel domingo en Cataluña que le había restado confianza con su Ducati, en lo que hasta ese momento era un binomio casi infranqueable. «Quizás Martín vio mis dificultades y se creció», explicaba el italiano que en las siguientes siete carreras entre sábados y domingos siempre había sido batido por el piloto de San Sebastián de los Reyes.
La reacción del italiano en Indonesia fue una buena muestra de por qué lleva el número 1 en el carenado de su Ducati. Dio la vuelta a un fin de semana que estaba siendo una pesadilla para él. No encontraba el ritmo en el circuito de Mandalika, donde por primera vez esta temporada no había logrado clasificarse para la Q2 el sábado y en el sprint a duras penas acabó octavo, batido por Jorge Martín y por otras cuatro Ducati más, y con las peores sensaciones del año. Pero el domingo todo cambió y se reencontró con una victoria que no lograba desde hacía dos meses.
Martín lanzó un derechazo en Indonesia que podría haber dejado muy noqueado Bagnaia, pero el italiano lo esquivó y contraatacó para recuperar el liderato y su condición de favorito al título de MotoGP. Las fuerzas a día de hoy entre Bagnaia y Martín están muy igualadas y el combate por el título de MotoGP tiene pinta de que se alargará hasta el último asalto de Valencia.
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