Estados Unidos vuelve a bendecir a Márquez

Así resumía Marc Márquez su tercera victoria en el Mundial 2015 de MotoGP, la segunda consecutiva, la séptima en Estados Unidos, un país en el que ha ganado siempre que ha competido desde que dio el salto a la clase reina en 2013. Márquez confirmó su favoritismo en Indianápolis, aunque a lo largo del fin de semana y en la propia carrera Jorge Lorenzo se empeñarse en disputarle el primer puesto en carrera. Ya lo advirtió el mallorquín antes de que las motos saliesen a pista el viernes: su intención no era otra que la de volver a ganar y la de explicitar esa mejoría en este curso de la Yamaha respecto de la Honda. Y lo demostró en carrera.

Lorenzo llevó el peso de la prueba desde su arranque, una estrategia que terminó afectándole físicamente en el final de la misma cuando de verdad se decidió el ganador y después de que tanto él como Márquez confirmasen la igualdad intuida en entrenamientos, con un ritmo tan parejo que ambos llegaron separados por menos de una décima a las últimas tres vueltas. «Dejar pasar a Marc para que él tirase hubiera sido una opción», analizó Lorenzo tras cruzar la meta en una segunda posición que no terminó de dejarle satisfecho. «Pero como en algunas vueltas veía que le metía medio segundo mantenía mi esperanza de que él cometiese un error en alguna curva y poder aumentar esa diferencia. No ha sido así. Al final ese esfuerzo físico por intentar pilotar al límite en cada curva me ha pasado factura en el sentido de que no estaba lo suficientemente fresco para intentar el ataque final como en alguna otra carrera. Como él ha estado detrás casi todo el rato ha podido guardar energía y cuando me ha pasado no he podido seguir pilotando igual».

Se ajustan distancias

Un motociclismo definido por las pequeñas diferencias de dos pilotos que llevaron al límite a sus otros dos rivales. Porque por detrás, y rodando solo dos o tres décimas más lentos en determinados tramos de la prueba, Dani Pedrosa y Valentino Rossi dirimieron su particular duelo.

Un duelo con trascendencia de cara al campeonato: para Rossi terminar por detrás de Pedrosa habría supuesto perder tres puntos más en la general, en una clasificación que empieza a apretarse y que se intuye que no se dirimirá hasta que no se llegue al final del campeonato. «Sabía que estos tres puntos por ser tercero eran mucho más importantes para mí que para Dani», confesó el líder de la general. «Di el máximo y pude atraparle, porque había llegado a sacarme casi dos segundos. Pero luego fue más difícil, también desde el punto de vista físico. Ha sido una batalla dura y al final ha sido muy importante ganarla porque el fin de semana ha sido difícil, Jorge y Marc han sido más fuertes que yo desde el principio. Así que perder solo nueve puntos respecto a Marc y cuatro respecto a Jorge no está mal». El italiano fue capaz de derrotar al español, con lo que mantiene una racha inmaculada de nueve podios en las nueve carreras disputadas hasta el momento.

Brno, cita clave

Con este resultado Rossi ve cómo Lorenzo se le acerca hasta los nueve puntos y cómo Márquez se aproxima a la barrera de los cincuenta de diferencia. «Valentino sufriendo ha hecho tercero así que se ve que este campeonato está siendo muy disputado, y lo importante es lo que hemos hecho hoy: cuando se puede ganar, ganar la carrera», analizó Márquez el que poco a poco está mejorando sus opciones estadísticas de pelear por su tercer título de MotoGP. «Ahora llega Brno y allí veremos cómo nos va y ojalá que pueda poder estar para ganar el domingo, pero sabemos que será un poquito más complicado que aquí».

El Gran Premio de la República Checa de 2014 supuso el fin de la racha vencedora de Márquez. También fue el escenario de la última victoria de Pedrosa, un cuarto elemento que puede jugar y mucho en la matemática del título. Lorenzo volverá a no tener que temer los compuestos que Bridgestone ha traído en las tres últimas pruebas y con los que no suele sentirse tan cómodo como con aquellos con los que enlazó cuatro victorias consecutivas a partir de la carrera de Jerez.

Y el líder Rossi ya reseñó hace unas semanas que ese escenario, Brno, y el de finales de agosto, Silverstone, se adaptan muy bien a sus dos rivales mientras que él espera como agua de mayo a que llegue la cita de casa, la de Misano. Porque ahora los pilotos van haciendo cuentas Gran Premio tras Gran Premio para ir entendiendo cuáles van a ser sus opciones de pelear por uno de los títulos de la clase reina más interesantes y emocionantes de los últimos años.