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Borja González
Lunes, 20 de abril 2015, 18:26
«Está claro que son muchos puntos, son treinta, más de una carrera, pero también tenemos que ser consciente de que en 2013 estaba más lejos que treinta puntos». Aquella fue la primera temporada de Márquez en MotoGP, en la que logró el hito de ... arrebatar el récord de precocidad como ganador de la clase reina a Freddie Spencer, a la que vez que conseguía alzarse con el título en su año de novato. Márquez se equivocó el domingo con lo de 'estaba más lejos de treinta puntos', porque justo fue esa la máxima desventaja que acumuló hace dos años al finalizar la carrera de Montmeló. Allí terminó tercero, por detrás de Jorge Lorenzo y de Dani Pedrosa, aunque en honor a la verdad el infortunio de sus rivales le allanó el camino de la remontada. Lorenzo se cayó un gran premio después, en Assen, se rompió la clavícula y protagonizó un momento épico en el campeonato: viaje exprés a Barcelona, operación y regreso para disputar la carrera y terminar sexto, pese a los fuertes dolores. En la siguiente cita, Alemania, Lorenzo volvió a caerse y romperse, para esta vez quedar en fuera de juego, lo mismo que le sucedió a Pedrosa. Los dos regresaron para la carrera de Laguna Seca, dos semanas después de la prueba alemana, aunque no en las mejores condiciones físicas.
Todo esto tuvo lugar tras la sexta prueba del calendario. En estos momentos Márquez afronta la desventaja de treinta puntos aún con quince grandes premios por disputar, empezando por una de las cuatro de casa, la de Jerez. Un trazado del que guarda buenos recuerdos Rossi: ha ganado ocho veces (seis en la clase reina: 500cc/MotoGP), aunque la última vez fue en 2009. Por su parte, Márquez solo cuenta con un triunfo, el del año pasado. Un duelo que no solo se alimentará de la obligación del piloto español de remontar, sino también de las secuelas del incidente en Termas. Márquez dejó lo ocurrido en un lance de carrera, aunque sus declaraciones traslucían cierta disconformidad en las maneras de su rival. «Se ve perfectamente lo que pasa», dijo en referencia a las imágenes de televisión, un «perfectamente» que en ningún momento vino acompañado de la confirmación de que aquello fuese lo normal. «Valentino es mucho Valentino, siempre ha sido mi referente y siempre se aprenden cosas de él».
Esta última frase también sonó a entender cuáles son las reglas del juego con Rossi en pista. Los dos se verán las caras en el escenario de las polémicas tras las que ambos fueron centro de un enconado debate sobre si hubo intencionalidad o no: en la misma curva, el Gibernau-Rossi de 2005 y el Márquez-Lorenzo de 2013. Precisamente, a Lorenzo es al que se sigue esperando como juez de una batalla en la que se ha entrometido seriamente Andrea Dovizioso, segundo de la general y a seis puntos del líder. «Hay que volver a ser rápidos», comentó el mallorquín tras su pobre carrera en Argentina. «Si no somos rápidos no estaremos en el podio. Si volvemos a ser rápidos y constantes conseguiremos podios y ahí se puede pensar en ganar carreras».
Tras un año 2014 inmaculado a Márquez le tocará jugar a la contra. A sus 36, y después de que muy pocos creyesen en sus posibilidades reales de alcanzar su décimo título, Rossi podrá gestionar un colchón de puntos impensable antes del inicio del Mundial. «Es bueno porque Marc será muy fuerte, pero nosotros podemos centrarnos en hacer nuestros cálculos y concentrarnos para dar el máximo en todas las carreras», comentó el líder de MotoGP sobre su ventaja de treinta puntos.
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