Tito Rabat, el merecido triunfo del trabajo

El nuevo rey de la categoría intermedia vivió un cambio de chip en Jerez 2013, cuando lograba su primera victoria en Moto2 y se la dedicaba, el día de la madre, a su progenitora fallecida algunas semanas antes. Fue un proceso en el que Rabat se endureció, pero en el que también se dio cuenta de que su nivel como piloto crecía exponencialmente, y que las largas semanas encerrado en el circuito de Almería y viviendo en una caravana dentro de las instalaciones comenzaban a dar sus frutos. Cuando no estaba allí se marchaba a Rufea, con los hermanos Márquez, a seguir puliendo sus condiciones innatas. Ahora, casi dos años después, sonríe y llora a partes iguales desde lo más alto, y la próxima temporada será el primer piloto desde Jorge Lorenzo en defender título en Moto2/250cc. Siete victorias y un total de trece podios son el envoltorio de un éxito labrado con su propio sudor.

Rabat llegaba a la selva malaya con la intención de salir coronado, ya que llevar el campeonato vivo a Cheste iba a convertir el asunto en una auténtica lotería. Y quien trabaja no tiene la necesidad de confiarlo todo al azar. Tras el nerviosismo de Phillip Island tocaba tirar de madurez, de altura mental, y Esteve tiró por la calle de la prudencia, la de llevar la calculadora en la mano y no meterse en excesivos problemas. El objetivo era subir al podio, y viendo el ritmo y el nivel de Maverick Viñales en este tramo de la temporada no era descabellado pensar que Mika Kallio, su compañero en el equipo Marc VDS, no sumase los 25 puntos de la cita asiática. Todo salió a la perfección.

El semáforo se puso en verde y Tito se puso en cabeza, secundado por el propio Viñales y por el sorprendente Sandro Cortese. Dos vueltas rápidas consecutivas no evitaron que Kallio se pusiera a su rueda, y ahí fue cuando Rabat ganó el Mundial. Mika y Maverick pelearon entre sí, pero en la décima vuelta el finlandés fue un paso más adelante y le enseñó la rueda a su compañero. Ahí Tito ya tenía la carrera dibujada en su cabeza, dejó pasar a ambos y se conformó con cerrar el podio y asegurarse el título.

Con una frialdad extrema consiguió acabar la carrera cumpliendo el objetivo, y en la celebración liberó todas las emociones que tenía contenidas. Rabat lloró de alegría, y lloró más al recordar a su madre. «Por supuesto que se lo dedico a ella, seguro que ha estado apoyándome y empujándome. Ha sido difícil conseguirlo, ha habido momentos de presión, pero al final lo hemos logrado. He querido ser conservador en carrera. Tenía mucho que perder» analizaba mientras su equipo intentaba mantearlo y su montura ya poseía el 1 de campeón. En el podio la alegría fue total, y él secundó de forma testimonial a los dos mejores adversarios que ha tenido a lo largo de la temporada, su compañero y un Maverick Viñales que, de haberse quedado con las 600 cc en 2015 a buen seguro le habría disputado el Mundial a un Rabat que ya no será nunca más ese chico tímido que trabajaba mucho, sino todo un campeón del mundo.

Su carisma y el hecho de ser tan querido entre sus compañeros y rivales hicieron del acontecimiento una fiesta casi completa. Y es que Tito Rabat es el ejemplo perfecto de una frase hecha que no siempre se adecúa a la realidad: él se lo merece.

Clasificación del GP de Malasia

-- Moto2 (19 vueltas, 105,317 kmts.):

.1. Maverick Viñales (ESP/Kalex) 40:46.754 a 154,9 km/h.

.2. Mika Kallio (FIN/Kalex) a 2.694

.3. Esteve Rabat (ESP/Kalex) a 8.054

.4. Johann Zarco (FRA/Caterham Suter) a 10.590

.5. Dominique Aegerter (SUI/Suter) a 10.663

.6. Julián Simón (ESP/Kalex) a 10.769

.7. Sandro Cortese (GER/Kalex) a 15.657

.8. Thomas Luthi (SUI/Suter) a 18.839

.9. Jonas Folger (GER/Kalex) a 19.486

10. Marcel Schrotter (GER/Kalex) a 24.887

11. Luis Salom (ESP/Kalex) a 28.234

12. Ricard Cardús (ESP/Tech 3) a 30.338

13. Mattia Pasini (ITA/Kalex) a 30.533

14. Roberto Rolfo (ITA/Suter) a 30.548

15. Jordi Torres (ESP/Suter) a 34.769