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DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO
MADRID
Jueves, 27 de febrero 2020, 21:19
Hay tópicos que se cumplen en cada pretemporada: las dudas de Ferrari, las quejas de Haas, el optimismo desmedido de algunos (como McLaren o Racing Point), o que si hay que romper, mejor ahora que en Australia. Esta última frase es a la que se ... agarran los pilotos y los jefes, aunque a los mecánicos les toca trabajo extra.
En la penúltima jornada de test de Montmeló, les tocó la 'china' a los de Mercedes y en el coche 'pata negra': el de Lewis Hamilton. Como cada día de estas dos semanas, en la escuadra alemana repartieron el trabajo entre sus dos pilotos. Por la mañana, Valtteri Bottas salió a rodar con la pista mojada gracias a la lluvia de la noche anterior, lo que permitió a todos los corredores probar, aunque fuera de manera momentánea, los neumáticos Pirelli de agua. Por la tarde estaba previsto que Lewis Hamilton completase el día, pero su trabajo se vio cortado enseguida.
Apenas había dado catorce vueltas cuando un aviso en el volante, confirmado luego de viva voz por su ingeniero, informó al hexacampeón de que algo no iba bien. Hamilton tuvo que cortar su vuelta y dejar el W11 aparcado a un lateral, después de que el motor de su Mercedes dijese basta. Según los primeros indicios, que el equipo conformó después, una fuga de aceite estaba detrás de la primera avería seria de Mercedes en esta pretemporada. Hamilton se lo tomó con relativa filosofía, dado que a ningún piloto le gusta verse fuera del coche ni en los test, pero al menos no se jugó nada más allá de la honra y, evidentemente, la falta de datos que pudieron obtener.
Y si en Mercedes agrietaban su dominio (siguen siendo el 'coco' a batir), en Ferrari se sonreían. Pese a que el día empezó con un susto de Sebastian Vettel en forma de trompo en la curva 5, un punto en el que también erraron el propio Bottas o Max Verstappen, el alemán acabó el día con 144 vueltas, el segundo que más dio en la jornada tras Nicholas Latifi con su Williams (158), y un tiempo de 1:16.841. Todo eran sonrisas en el 'box' rojo, como no podía ser de otra manera, aunque no fue el tiempo más rápido de lo que va de test (es el tercero).
El primer día de dominio de Ferrari en lo que va de pretemporada ha tardado en llegar, pero ha llegado. No es baladí, especialmente para el estado de ánimo de los hombres de Ferrari, muchos de ellos preocupados por la situación en Italia, donde el coronavirus se ha convertido en el centro de la actualidad. El golpe moral de verse arriba hace olvidar por momentos lo que están viendo en las noticias, aunque de poco sirve si esto no se traslada en la realidad a la pista.
Cuando la pretemporada va bien en los equipos grandes, nadie levanta demasiado los brazos. Al fin y al cabo, lo normal para ellos es estar al frente de la tabla, completar más de 100 vueltas como norma y dejar que sean los otros quienes penen porque no han realizado bien su trabajo.
Hasta hace no mucho, las pretemporadas de McLaren han sido así. En años anteriores, que en un día pudiesen llegar a la centena de giros era toda una noticia. Ahora se ha convertido en una norma, y a falta de un día, se puede decir que la de 2020 ha sido una muy buena pretemporada.
Lando Norris dio un total de 112 vueltas en el penúltimo día de trabajo. Como el resto de pilotos, estuvo afinando la puesta a punto del MCL35 y no se encontró nada mal. Tanto en tandas cortas con poco combustible como largas, todo funcionó a la perfección. Este viernes, Carlos Sainz será el encargado de cerrar la labor para la escuadra británica y todo quedará visto para sentencia de cara al Gran Premio de Australia.
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