Sainz, a poner el broche en McLaren antes de vestir de rojo

Con su futuro garantizado (algo que no pueden decir otros, como el mismísimo Sebastian Vettel a quien sustituye), Sainz podría razonar que ya no tiene presión. Haga lo que haga en las 8, 10, 12 o 15 carreras que se disputen, el 1 de enero ya podrá vestir la camiseta roja con el escudo amarillo del 'cavallino rampante'.

Tras ser sexto en el campeonato de 2019, la labor de Sainz será, al menos, no ceder mucho de esa posición. «No podemos permitirnos perder la concentración. Ni siquiera sabemos cuántas carreras vamos a hacer, es un escenario sin precedentes, por lo que cada punto que podamos conseguir es absolutamente clave», reflexionaba en la previa de la carrera.

Sainz ya se encuentra en Austria, tras un vuelo en el que compartió asiento con Tom Sallard, su ingeniero de pista, y en el que no faltó la anécdota. El piloto compartió en twitter una foto junto a su 'Tomasso', ambos con mascarilla, pero él la llevaba al revés. Muchos usuarios le hicieron ver que llevaba en la barbilla el alambre para ajustarse a la nariz, por lo que inmediatamente rectificó, borró la foto y se hizo otra, esta vez sí, con la mascarilla correctamente puesta. La nueva normalidad tiene estos pequeños despistes también.