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Lando Norris, durante los entrenamientos de este viernes en Singapur. Lillian Suwanrumpha (Afp)
Norris afila los dientes ante un Verstappen herido
GP de Singapur

Norris afila los dientes ante un Verstappen herido

El británico se impone por la mínima a los Ferrari, en una jornada marcada por los serios problemas de competitividad del vigente líder, con Sainz tercero y Alonso duodécimo

David Sánchez de Castro

Madrid

Viernes, 20 de septiembre 2024, 18:05

Lando Norris tiene ante sí una oportunidad de oro o un precipicio. La decepción del último fin de semana en un Gran Premio de Azerbaiyán donde su resultado quedó hipotecado el sábado le ha dado fuerzas extra para una batalla en la que será harto complicado que comparezca Max Verstappen.

Y es que el vigente líder (y que seguirá siéndolo cuando salga el domingo, pase lo que pase) está en el momento más complicado de la temporada. Sus juramentos y palabrotas en la radio le han costado un castigo de la FIA, que viendo los precedentes se quedará en nada (como ya le pasó cuando empujó de malas maneras a Esteban Ocon hace años), dejan entrever una frustración que simplemente apunta a que el Red Bull no es ya el coche referente en la parrilla, sino el McLaren. Y si en el caso del RB20 era la frenada asimétrica, ahora apunta a que es la flexión del alerón trasero donde el MCL38 tiene su 'truco'. La FIA, que unos días atrás lo había declarado legal según sus propios test, ha aceptado la evidencia de los vídeos y, a petición de Red Bull, ha advertido a McLaren que serán excluidos si vuelve a verse cómo el ala superior del alerón trasero se hunde.

Más allá de las trampas que buscan todos los ingenieros, la sesión de libres del Gran Premio de Singapur de este viernes dejó varias imágenes notables, como la de George Russell estrellándose (algo que, por otro lado, es bastante predecible en este circuito) o la de un inesperadísimo Yuki Tsunoda en cuarta posición, con su compañero Daniel Ricciardo sexto. En un momento en el que a Red Bull le viene fatal tener más coches por delante de ellos, ahora lo que les faltaba es que sean sus hermanos pequeños los que les superen.

El rendimiento de Sergio Pérez (octavo) y de Max Verstappen (decimoquinto) no está, ni mucho menos, donde se esperaba. El monoplaza es nervioso, ha perdido esa magia que parecía que le llevaba por raíles en cada circuito, bien fuera un sinuoso urbano como el de Bakú o este de Marina Bay, o uno rápido como el de Monza o el de Spa. La sensación de que los coches que dominaban ya no están es una realidad que abre la puerta a varios candidatos, y ahí tienen mucho que decir Carlos Sainz y, sobre todo, Charles Leclerc.

El madrileño finalizó el viernes con el tercer tiempo, pero a seis décimas de Norris. Mucho más cerca se quedó un Leclerc que, encendido y en racha por los últimos resultados que ha cosechado, quiere aprovechar las dudas del británico y de un Oscar Piastri, quinto, que tras su victoria el pasado domingo tuvo un serio susto al tocar con el muro en la curva 17 y arriesgándose a romper. Algo que le ocurrió a Russell justo al final, cuando se dejó el alerón delantero en la curva 8. Gajes del oficio, máxime un viernes de libres en Singapur

«Toqué todos los botones para no estrellarme»

La sensación generalizada en torno a Aston Martin es que, hasta que Adrian Newey no se ponga manos a la obra, este coche es un tractor de los buenos. La labor de los pilotos es intentar llevar a meta lo más alto posible a los coches verdes, algo que a veces es más complicado de lo que parece.

Prueba de ello es el susto que tuvo Fernando Alonso por la mañana. Según salía de la curva 14, el AMR24 le escupió de mala manera en la trasera y tuvo que rectificar con un violento volantazo y con todos los botones posibles… literalmente. «Fernando, confírmanos que has apretado el botón de limitador del 'pitlane'», le cuestionaba su ingeniero. «Le he dado a todos los botones posibles para evitar estrellarme», le admitía el asturiano con cierto sentido del humor y aún con el susto en el cuerpo.

Fue toda una demostración del Gólgota al que tendrá que subir este fin de semana. «Va a ser difícil. Creo que no tenemos demasiados puntos fuertes en el coche en este momento, y en este circuito son algunas de las cosas que nos faltan en el monoplaza, como la tracción», se resignaba el español. Aún así, que nadie se olvide de que en Bakú también iban de aquella manera y acabaron levantando un sexto puesto que supo a oro.

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