Mercedes empieza a recular con sus apelaciones

Subidos a esa ola, Mercedes y Toto Wolff hicieron salir a su ejército de abogados para poner contra las cuerdas a la Federación Internacional de Automovilismo y a Michael Masi, director de carrera. Se consideran ultrajados y no iban a escatimar en gastos: llevaron a Abu Dabi a Paul Harris, el abogado que consiguió que el Manchester City no fuera excluido de la Champions League pese a un flagrante incumplimiento del 'fair play' financiero.

Apenas 24 hora después, ese mismo entramado mediático que a primera hora del lunes abría con ostentosos titulares de «Robo», «Indigno», Ooperación de márketing» o «Conspiración» fueron los encargados de suavizar las intenciones de Mercedes. 'The Times', por ejemplo, apuntaba este lunes a última hora a que fuentes internas del equipo les habían confirmado que no iban a apelar el resultado de la investigación posterior al Gran Premio de Abu Dabi y, por tanto, concedían la victoria a su rival.

Unas intenciones muy distintas a las que se filtraron el propio domingo, cuando Mercedes parecía dispuesto no solo a agotar la vía judicial de la FIA sino también a ir hasta el mismísimo Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), la máxima autoridad mundial en este tipo de asuntos. Parece que ya no lo ven tan claro y antes de seguir enfangando su imagen prefieren echarse atrás.