Ferrari da un paso adelante para asaltar a Mercedes

El SF90, bautizado así en honor a los 90 años de la marca, llega para asaltar el trono de Mercedes y Lewis Hamilton. No puede ser de otra manera para la escudería por antonomasia, la culpable de que se conozca con ese nombre a los equipos de automovilismo. No es sólo una forma de hablar, sino que en el diseño del nuevo monoplaza han tenido muy en cuenta la evolución de los últimos años.

Y es que el nuevo monoplaza con el que van a plantar cara al reinado de las flechas plateadas está basado en el SF71H con el que hicieron sudar a los alemanes. El chasis del coche de 2018 era uno de los más firmes candidatos a dar la campanada, hasta que la cascada de errores después de verano mandó a Vettel y a las opciones de la Scuderia al mismo lugar donde habían estado en las temporadas anteriores.

El SF90 ha aprovechado lo mejor de su predecesor y lo ha mejorado. El 'lifting' al que han sometido al chasis se nota desde los pontones y las tomas de aire (la superior está reducida a su mínima expresión), pasando por la tapa motor, que ahora es mucho más estilizada. La contraprestación a esta apuesta por la aerodinámica es que obliga a un meter la unidad de potencia en un espacio más reducido, lo que a su vez puede generar problemas de sobrecalentamiento en condiciones de régimen alto. Es por ello que la parte de los motores de la fábrica de Maranello se ha esforzado en mejorar el del año pasado en términos de eficiencia y fiabilidad, más que en ganar potencia pura.

También los alerones delantero y trasero, ajustados a la nueva normativa, recuerdan notablemente a los del año pasado, lo que en definitiva confirma que en Ferrari no se han tomado demasiados riesgos: saben que el año pasado tuvieron su mejor oportunidad en muchas temporadas y que si algo no falla, no hay porque cambiarlo.

Uno de los cambios más notables que tiene el SF90 con respecto al resto es su piel. Literalmente: la pintura que llevará el monoplaza rojo no es el clásico 'Rosso Corso' (Ferrari es la única marca comercial del mundo que tiene patentado un color específico en el 'pantone') de acabado metalizado, sino que en este caso es mate. Desde la Scuderia aseguran que esto tiene un motivo competitivo más que estético, lo cual deberán demostrarlo en pista porque suena más a bravata que a realidad.

Las miradas estarán puestas en Sebastian Vettel más que nunca. El alemán se llevó tantos elogios a principios de 2018 como críticas a finales, en consonancia con el carácter absolutamente ciclotímico de los 'tifosi' que entienden a Ferrari no como una afición sino como una religión. Por eso, el alemán tendrá presión por todas partes: la propia de todo campeón que quiere crecer, la de su equipo, la de la afición y la de su compañero.

La llegada de Charles Leclerc ha hecho que Vettel pierda su zona de confort. No es lo mismo tener a Kimi Räikkönen apretando las clavijas que a un diamante llamado a ser el líder del futuro de Ferrari, y criado desde muy joven en la cantera de la Ferrari Drivers Academy. Sobre el monegasco hay muchas esperanzas puestas.

Así las cosas, y para evitar posibles tentaciones, desde Ferrari han asegurado que Vettel será el líder del equipo, al menos en las primeras carreras del campeonato. Lo argumentan bajo un prisma muy lógico: es el que tiene más experiencia. La honestidad con la que afrontan la campaña 2019, al menos de inicio, sí que es algo novedoso.