Secciones
Servicios
Destacamos
david sánchez de castro
Jueves, 1 de julio 2021, 16:47
Decía Fernando Alonso, no sin parte de razón, que competir dos fines de semana seguidos en el mismo circuito restaba buena parte de la incertidumbre propia a cada gran premio. Se puede considerar desde dos puntos de vista: quienes ven la segunda carrera como ... una oportunidad, y quienes lo consideran como una nueva meta volante desde el fondo del pelotón y sin opciones para remontar.
Sea de uno o de otros, el GP de Austria, que se disputa en Estiria, no será exactamente igual que el GP de Estiria, que se disputa en Austria. El Red Bull Ring (esta nomenclatura no cambia) albergará la novena carrera de la temporada con muchas más dudas de las que parece. Y es que, para empezar, Pirelli va a rebajar su dureza un grado en la escala.
El objetivo es, precisamente, que no se vean dos carreras exactamente iguales, si bien parece harto complicado que vaya a cambiar demasiado el guion. El rendimiento que mostró Max Verstappen y Red Bull en general, muy por encima del de Lewis Hamilton y Mercedes, invitan poco al optimismo de los fans del heptacampeón del mundo, que por primera vez en esta era híbrida no es el rival a batir. Verstappen disputará la segunda carrera en casa de su equipo con 18 puntos de ventaja y si se repiten las líneas maestras de la anterior cita, esta aumentará un poco más el domingo.
Lo que puede cambiar es lo que pase atrás. Ferrari, por ejemplo, encontró un punto de competitividad más que óptimo en la carrera del domingo frente a la decepcionante clasificación del sábado. Tanto Carlos Sainz como Charles Leclerc tendrán una nueva oportunidad, no solo de demostrar que lo visto en la cita de Estiria fue un pequeño adelanto de la línea ascendente que tendrán a partir de ahora, sino para reafirmar que los problemas con los neumáticos que les ha estado lastrando en cada domingo (especialmente con altas temperaturas) están resueltos.
Aunque no lo parezca, esta carrera puede ser clave en el devenir del resto de campaña. Tanto por arriba, como en la zona media, que tan intensamente se pelea carrera a carrera. Fernando Alonso lleva tres seguidas puntuando (y por delante de Esteban Ocon) y es consciente de que una más ya puede suponer separarse lo suficiente como para afrontar las últimas citas antes del parón veraniego como el piloto referencia de Alpine. No es un asunto menor: él ya estrenó el nuevo alerón el pasado fin de semana, y las pequeñas novedades que se vayan adaptando al A521, si funcionan, estarán antes en su coche que en el de su compañero si sigue esta tónica.
Alonso se ha ganado el respeto del equipo, porque además, lejos de lo que pasaba hace años, ha aprendido a no apretar tanto a sus mecánicos. En los tiempos de Ferrari o los de McLaren, el asturiano entraba hecho una furia al garaje y aunque luego se calmaba un poco, ponía los puntos sobre las íes en las reuniones de ingenieros. Lo cual era casi más temible. El Alonso calmado pero enfadado es mucho más incisivo.
«Tuvo un comienzo un poco difícil, está claro, con algunos problemas, pero en lugar de mostrar rabietas, cabrearse o algo así, se miró a sí mismo. Ni una sola vez culpó al coche o al equipo. Siempre dijo: 'Soy yo el que tengo que mejorar'. Lo dijo en la fábrica y también lo dijo en la prensa», admitía Alan Permane, director deportivo de Alpine. La labor de equipo también se nota en su aceptación sin problemas, y de manera muy proactiva, de ser el 'cicerone' de Guanyu Zhou en su debut este fin de semana con un F1 actual.
El piloto chino, que nunca ha ocultado su devoción por Alonso (famosa es su foto animando al asturiano en el GP de China de 2005, cuando él era un niño), se subirá este viernes al volante del A521 del español. Además de hacerse a los mandos, también podrá trasladar su visión acerca del coche, algo que puede ser muy útil tanto para los técnicos como para el propio piloto español. No en vano, Zhou es el probador de Alpine, además del líder de la F2.
Aunque sea con una hora menos de trabajo que el resto, Alonso buscará el mismo objetivo que hace unos días: puntuar. Ir cosechando experiencia y kilómetros, mientras paralelamente se va confeccionando el monoplaza de 2022, que esa sí debe ser una herramienta mucho más poderosa. Hasta que llegue ese momento, solo puede hacer una cosa: cabeza abajo y a seguir sumando.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.