Después de cinco carreras de 2025, hay solo cuatro pilotos que no saben lo que es sumar puntos: dos novatos, de los cuales uno tiene ... un pie y medio ya fuera de la F1 y el otro va en un pobre Sauber, un seminovato, al que Red Bull ha devaluado tras un bochornoso inicio, y Fernando Alonso. Ni a Jack Doohan ni Gabriel Bortoleto, los dos primeros, ni tampoco a Liam Lawson se les exige mucho. No hay grandes masas de aficionados que sigan a ninguno de los tres, y dado que son jóvenes recién llegados a la parrilla, prácticamente se da por hecho que si no es ahora, será más adelante en los próximos años. El caso de Fernando Alonso es muy diferente.
Después de quedarse en 11ª posición en el GP de Arabia Saudí, aunque ni mucho menos cerca de puntuar, el asturiano estaba ya afrontando una nueva retahíla de frases en las que explicar por qué no había llegado al 'top 10'. «Undécimo es lo máximo que se podía hacer, pero sigue siendo fuera de los puntos, así que en cierta manera es la peor posición en la que puedes quedar también, porque estás ahí a una posición», señalaba. No le falta razón: posiblemente para cualquier piloto ganador lo que más le duele es acabar 4º y para cualquiera que opta para rascar algún punto, 11º. Alonso, de hecho, ya sabe que no tiene mucho más que rezar —algo muy propio de estos días— para que algo ocurra arriba fuera de lo normal si quiere sumar. «Igual ahora, como dije en Japón, igual descalifican a unos cuantos y cogemos a unos puntos…», ironizaba.
Y es que la realidad en Aston Martin es la que es. Lance Stroll tuvo un arranque afortunado en el que sumó 10 puntos que no se cree ni él mismo, ni mucho menos su padre y dueño del equipo. Que el canadiense sea el líder del equipo es algo que no entraba en los planes de nadie, por lo que se ha abierto una temible y nada esperada posibilidad: ¿y si Alonso no es capaz de puntuar en toda la temporada?
No ha pasado más que una vez en su carrera deportiva, en su debut en Minardi. Y aquel año, con el sistema de puntuación actual, habría sumado gracias al 10º puesto en el que entró en el GP de Alemania de 2001. Además, por entonces aún se podían ver los fallos mecánicos que ahora sobresaltan por lo poco comunes que son: ahora es más fácil que entren los comisarios de oficio por un quítame allá esos límites de pista que ver un monoplaza humeante por una avería.
Sin embargo, puede pasar. Aston Martin está echando el resto para 2026, no sin argumentos, ya que con Adrian Newey en sus filas lo más coherente es darle todos los recursos que pida para que el siguiente ciclo en la Fórmula 1 se vea de color verde. Es una apuesta mayor, pero lógica: arreglar el AMR25 es prácticamente igual de útil que triturar el dinero por el que no merece la pena luchar.
¿Purga en Aston Martin?
Que el equipo se haya rendido de cara a 2025 no significa que los pecados cometidos se queden sin penitencia. En los mentideros de la Fórmula 1 ya se apunta a que Andy Cowell, el CEO que fichó Stroll para que ejerza de jefe plenipotenciario de su gran proyecto, está confeccionando un listado para acometer una seria purga en el equipo. Quitar las malas hierbas antes de que sus raíces tapen los eventuales brotes verdes que está plantando Adrian Newey para los próximos días.
«Nos reuniremos este lunes para reflexionar sobre lo que hemos aprendido en este triplete de carreras y preguntarnos qué haremos de ahora en adelante. (...) ¿Podemos sacarle más provecho al coche? Sí, creo que sí. Hay muchos aspectos en los que, al analizar las últimas carreras, creemos que podemos mejorar», señaló Cowell después de la enésima decepción del equipo. Alonso también pide cambios, pero en su caso más que de personal quiere piezas y evoluciones que le permitan quitarse de encima la losa del 0 que golpea a la vista cada vez que se mira a su clasificación general.
David Sánchez de Castro
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