El dominio de Hamilton se pone a prueba en Spa

El examen al que siempre se someten los pilotos cuando llega este último fin de semana de agosto añade un ingrediente más a la presión que quieren someter los rivales al, de momento, inamovible dominio de Mercedes y de Lewis Hamilton. El británico ya sólo cuenta las carreras que le quedan para ser campeón y, de paso, para aumentar su cifra de récords con los que quiere convertirse en el mejor piloto de la historia en el libro estadístico de la Fórmula 1.

Tras dos años de victorias de Ferrari, raro será que repitan un tercero. Ni Charles Leclerc ni mucho menos Sebastian Vettel, al que últimamente se le ha vinculado con el Mundial de Resistencia como posible refugio tras el exilio forzoso de la F1, están en condiciones de rebatirle a Hamilton y, en menor medida, a Bottas el absoluto control que tienen sobre el Mundial. No tanto Max Verstappen, que en su Red Bull está dispuesto a demostrar en un circuito de manos, de los que separan a los buenos de los grandes y a los grandes de los mejores, que puede batir al hexacampeón por pura conducción.

La previsión de lluvia para el domingo se espera como agua, nunca mejor dicho, de mayo (en este caso, de agosto). Pocos circuitos donde influya más, dado que las trazadas quedan completamente encharcadas y si la lluvia es fuerte incluso pueden llegar a ser peligrosas, especialmente en la subida del Eau Rouge después de la meta. Si cae agua, será una carrera de supervivencia más que otra cosa.

A este trazado llega con ganas Carlos Sainz. Tras acabar en España con las malas sensaciones que le dejó la doble visita a Silverstone, el madrileño afronta la carrera de Bélgica con ansia de demostrar que no está tan mal como los números dictan. También tiene ganas de revancha, dado que Spa es un circuito donde no ha logrado grandes resultados. De hecho, ha abandonado tres veces y sólo ha puntuado una, cuando fue décimo en 2017. Por eso y porque nota ya el 'run-run' de las críticas, quiere reencontrarse con su mejor pilotaje y sacar un buen botín de puntos.

Tras unos días de vacaciones en Mallorca, donde incluso ha aprovechado para disfrutar del buceo junto al 'capitán' de la familia, su abuelo de 94 años, Sainz viaja a Bélgica con la certeza de que tienen herramientas para un buen fin de semana. «Este tipo de circuito de curva media y rápida puede ser bueno para nosotros. No sé muy bien qué esperar porque sobre el papel no debería irnos mal el circuito pero el año pasado no fuimos muy rápidos», recordó. Y es que este inicio de triplete será un buen examen a las capacidades del motor Renault. Tras la visita a las Ardenas, la Fórmula 1 hará doblete en Monza, el templo de la velocidad. No tienen margen para dejarse ir.

El activismo de Hamilton hacia los movimientos raciales se ha intensificado en las redes sociales en los últimos días tras el tiroteo al joven negro Jacob Blake. Entre la prensa especializada circula la teoría de que este domingo habrá algún gesto al respecto por parte del británico, que puede ir más allá de mostrar la camiseta del 'Black Lives Matter'.

Cuestionado sobre si se plantearía un boicot como el que hicieron en la NBA, el británico se mostró cauto. «No sé si que yo haga algo aquí tendrá algún efecto en particular. Estamos en Bélgica, no en EE.UU. No he hablado con nadie al respecto, pero estoy realmente orgulloso de los que lo están haciendo. Estoy con ellos, tratando de hacer lo que puedo aquí», señaló. Hamilton seguirá siendo la bandera de las protestas raciales en la Fórmula 1, pero de lejos.