La gris despedida de Sainz de Ferrari

Sin Verstappen como el gran dominador, pero ni mucho menos fuera de la terna para cada gran premio, la alternancia de ganadores ha permitido ver en lo más alto desde junio a George Russell, Lewis Hamilton, Lando Norris, Oscar Piastri y Charles Leclerc. Los cinco citados han pisado el primer cajón del podio al menos una vez desde ese castigo a Red Bull. Verstappen no gana desde el 23 de junio, en el GP de España. Desde entonces, el resto.

El que falta en esa lista es Carlos Sainz. El madrileño ha tenido una temporada muy complicada, comenzando con la patada que le dieron en Ferrari para hacerle un hueco a Lewis Hamilton, pasando por una apendicitis que le hizo perderse una carrera. Aún así, y justo después de pasar por quirófano, logró una épica victoria que puede ser uno de sus momentos culminantes de un año en el que, entre carrera y carrera, tuvo que negociar con todos los equipos disponibles (y algunos no disponibles) para seguir en Fórmula 1. Sainz se vio por momentos fuera de la parrilla pese a estar en el momento álgido de su estado de forma.

Tras meses de telefonazos, reuniones y tiras y aflojas, el 29 de julio, justo después del GP de Bélgica que abría las vacaciones veraniegas en la Fórmula 1, anunció su incorporación a Williams para 2025. No es el equipo soñado, aunque esté en mejor situación ahora que antes y la irrupción de Franco Colapinto haya hecho que se recupere la ilusión en torno al veterano equipo inglés. Una vez asegurado su futuro, Sainz solo tenía un objetivo en mente: volver a celebrar por última vez con los tifosi un podio.

De momento, agua. La última vez que Sainz acabó una carrera entre los tres primeros fue el GP de Austria, en el mes de junio y cuando aún no tenía cerrado nada para 2025. De aquellas a Red Bull ya le habían metido mano y, paralelamente, McLaren empezaba su ascenso hasta el momento actual. La labor técnica de los de Woking está siendo tan buena como mala la gestión de sus pilotos hasta el momento, tanto en cuanto Lando Norris y Oscar Piastri se han visto inmersos en una lucha intestina que está dando oxígeno a las aspiraciones de Verstappen. Entre medias, además, pilotos como Charles Leclerc están sacando petróleo.

Por cuarto Gran Premio de Azerbaiyán consecutivo, Leclerc fue incapaz de convertir una pole en victoria. Tiene un mérito incuestionable: es difícil salir primero en el mismo circuito sin ganar tantas veces seguidas. Una magistral carrera de Piastri, unida a una estrategia cuando menos mejorable y un pequeño despiste de pilotaje hicieron el 'meme' realidad y Leclerc se tuvo que conformar con el segundo puesto.

Pese a esta decepción evidente, el monegasco sí está cumpliendo. Desde el GP de Bélgica no se ha bajado del podio y encadena dos terceros puestos en Spa y Zandvoort, la colosal victoria de Monza y el segundo puesto en Bakú. No acaba de rematar, pero sí está demostrando ser el líder de Ferrari sin duda. Frente a esos resultados, en las mismas carreras los de Sainz han sido un quinto, un sexto, un cuarto y el abandono de este domingo.

Este ha dolido especialmente. Sainz y Pérez se tocaron en un accidente en el que ni los comisarios se atrevieron a sancionar para un lado ni para otro. El español quiso moverse a su trazada buena, el mexicano se negó a ceder y ambos acabaron fuera. No se les puede negar las ganas del podio, ya que ambos están necesitados de ello, pero para Sainz fue una oportunidad de oro de reivindicarse y darse un último o penúltimo baño de champán vestido de rojo.

Ahora llega Singapur, donde cuajó una de sus mejores carreas en Ferrari en 2023. La victoria conquistada allí el año pasado le granjeó los elogios unánimes, por lo que quiere vestirse con los mismos ropajes y recuperar el tono. Porque no se merece irse de Ferrari sin un último baile.