Pesadilla para los españoles y ensueño para Verstappen en Imola

Al neerlandés no le pesó haber disputado la cita de este domingo en unas condiciones complejas de lluvia. Salió perfectamente, algo que no pudieron hacer sus rivales empezando por un Charles Leclerc que cedió sus opciones en los primeros metros. El monegasco se vio pronto peleando por el podio y gracias, esperando si acaso a que la estrategia le saliera de cara, pero ni por esas. Pronto se vio luchando con Sergio Pérez, el escudero perfecto de un Verstappen al que le faltó ir saludando al público que aguantó estoicamente bajo el frío y el viento en la Toscana italiana.

En Red Bull cumplieron un fin de semana soñado. Hay que remontarse a 2016 para ver el último doblete del equipo de las bebidas energéticas, y en este caso incluso obtuvieron un premio extra por el clamoroso error de Leclerc al final de la carrera. Restaban 13 vueltas cuando en el muro hicieron caso al líder del Mundial: 'Plan D'. Este consistió en poner neumáticos blandos y dar un paso atrás (perder la posición con Norris para pasarle luego en pista) para dar dos delante. El objetivo era no sólo confirmar el 3º, sino tratar de acabar 2º y minimizar la sangría de puntos con respecto a Verstappen.

Sin embargo, en el salto de la Variante Alta, Leclerc perdió el control de su coche, trompeó y acabó contra el muro. Pudo reincorporarse, pero ya era tarde: acabó sexto. De tener un tercero prácticamente asegurado, a ceder un poco más de puntos que hace que el colchón que tiene ahora se haya acortado hasta los 27 puntos. Seguirá líder después de Miami, pero ya empieza a notar el aliento del león neerlandés en su cogote.

El GP de Emilia Romaña de 2022 no fue una carrera especialmente entretenida. Todo lo contrario: Imola es un trazado estrecho, a la vieja usanza, y adelantar sin DRS es harto complicado. Como la pista estuvo húmeda hasta la mitad de la prueba, no se permitió la activación de este mecanismo antes.

Ni Carlos Sainz ni Fernando Alonso llegaron a ese momento. Es más: no completaron ni un cuarto de carrera, porque en la segunda curva del circuito dijeron adiós a sus opciones. Fue en dos incidentes paralelos. El primero lo tuvo el madrileño de Ferrari, cuando Daniel Ricciardo se lo llevó puesto y ambos acabaron en la puzolana. El de McLaren pudo reemprender la marcha, pero no así él y vio cómo, por segunda carrera consecutiva, se veía fuera a las primeras de cambio.

Mientras el '55' consumaba un nuevo abandono, a la vez exactamente, Mick Schumacher pisaba la zona húmeda de la trazada y cometía un trompo con tan mala suerte que su rueda trasera izquierda impactaba contra el costado del Alpine de Fernando Alonso. Lo hizo en tal ángulo que le rompió el suelo y le dejó notablemente tocado el pontón lateral, que unos instantes después saltó por los aires. El daño era catastrófico e insustituible, así que le pidieron al asturiano que entrase a boxes para abandonar. Fueron los únicos KO de la carrera.

La otra gran imagen de la carrera tuvo a los contendientes de 2021 como protagonistas. Corría la vuelta 40 cuando Max Verstappen empezó a doblar pilotos. Entre ellos estaba un Lewis Hamilton que, impotente, veía cómo le enseñaban banderas azules a él y no a un rival, que es lo habitual. El que le iba a pasar era el hombre que le arrebató el sueño del octavo Mundial y que fue expedito hacia una nueva victoria en su palmarés, segunda esta temporada.

Hamilton se quejó después de que el coche era inconducible, y que no está a la altura de lo que él merece. A ver cómo explica entonces que su compañero George Russell, recién llegado al equipo, sea el único piloto que ha acabado las cuatro primeras carreras del año entre los cinco primeros después de la cuarta posición en la que entró este domingo.