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David Sánchez de Castro
Domingo, 20 de octubre 2024, 20:39
Ferrari salió de Austin como un más que firme candidato a todo. Charles Leclerc, que no partía desde la pole ni siquiera desde el 'top 3', se llevó una colosal victoria en el GP de Estados Unidos madurada desde una salida de campeón, algo que quiere conseguir si la lucha entre Lando Norris y Max Verstappen le acaba beneficiando. Tras el monegasco, el premio a la combatividad de Carlos Sainz le granjeó al piloto madrileño un gran segundo puesto que sabe a gloria.
La tercera posición, no sin polémica, fue para Max Verstappen, que ve ampliada su ventaja en el Mundial frente a Lando Norris. El neerlandés se llevó el bronce después de una lucha a cara de perro con el británico de McLaren, que acabó sancionado por adelantar fuera de pista al de Red Bull, que también se había salido. Muchas miradas a la FIA por su actuación en una carrera que será muy comentada.
Fernando Alonso, por su parte, pudo dar gracias a que el gran premio estadounidense acabase. Pésimo rendimiento del equipo Aston Martin, con un 13º puesto del asturiano. Ya queda menos para que llegue 2025, ya que ese es el foco que deben tener en cuenta.
Había una altísima probabilidad de que Norris perdiera otra pole en la primera curva, y no hubo ni que esperar al final de la misma. Como ya le ha pasado en casi todas las anteriores, el británico vio cómo Verstappen le impedía que mantuviera la primera posición. En esas estaban cuando Leclerc lo aprovechó y se quitó a los dos de una tacada, incluso a Sainz, que había arrancado muy bien.
Fue el madrileño el que, como en la carrera sprint, puso más picante en las primeras vueltas, ya que enseguida se enganchó a la trasera de Verstappen para intentar quitarle la segunda posición. Sainz lo intentó de todas las maneras: por fuera, por dentro, sacándole de pista, dejándole espacio… Pero Verstappen resistió hasta que la carrera quedó neutralizada detrás del coche de seguridad que provocó el abandono de Lewis Hamilton. El heptacampeón del mundo, el piloto que más veces ha ganado en Estados Unidos, trompeó cuando estaba afrontando la penúltima curva del circuito y, en el mismo punto donde el día anterior su compañero George Russell se quedó empanzado, él hizo lo propio.
El consecuente coche de seguridad -que no hacía su aparición desde la primavera del año anterior- eliminó el 'momentum' del que gozaba Sainz, que además empezó a reportar un preocupante olor a combustible dentro del habitáculo. Habida cuenta de que el depósito está literalmente a la espalda del asiento, no era una buena noticia, especialmente porque también notó en paralelo una fuerte pérdida de velocidad a la salida de las curvas. Después de unas órdenes desde el muro para que tocara la configuración del monoplaza, el problema se resolvió y Sainz pudo continuar en la tercera posición con relativa comodidad, pero sin poder avanzar.
O al menos, no en pista. Y es que Sainz se quitó de encima a Vestappen en boxes. Cuando llegó el momento de las paradas en boxes, en Ferrari acertaron con la estrategia, al menos en primera instancia. El español de Ferrari le ganó la segunda posición al tricampeón del mundo cuando ambos hicieron su cambio de neumáticos, algo que no suele pasar ni suele salir bien. A partir de este momento, que llegó cuando se rondaba el ecuador de la carrera, todo quedó en manos de la gestión de los neumáticos. Eso y un ritmo muy superior de Ferrari permitió que tanto Leclerc como Sainz pudieran disputar una carrera muy cómoda.
Con la carrera estabilizada arriba, por detrás se calentó un poco más. Especialmente en la zona de la pelea por puntos, donde estaba metido Fernando Alonso, totalmente impotente. Salir desde la séptima posición en la parrilla ya pareció cosa de 'meigas', algo que se estabilizó conforme avanzaban las vueltas.
Pronto cayó Alonso del 'top 10', luego sucumbió con George Russell -al que acabaron sancionando a la postre-, Franco Colapinto o su inesperado enemigo del fin de semana, el casi novato Liam Lawson, que le llevó al límite. No se puede hacer nada cuando no se tiene nada, ya que Alonso ni siquiera pudo aprovechar las mil y una sanciones que hubo de cinco segundos a pilotos en esta zona de la parrilla por echar a otros de pista o por saltarse los límites de la misma.
En la recta final, Norris apretó en busca de una redención que no llegó. El británico y su compañero Oscar Piastri sacaron lo mejor de sí en la segunda parte de la carrera, cuando el 'graining' inicial que tuvieron los McLaren desapareció. Eso y una estrategia más tardía que la de sus rivales les permitió llegar al último cuarto de la carrera con opciones de pelearle la tercera posición a Verstappen. A falta de ocho giros para la bandera de cuadros, Norris se puso a rueda de la trasera del líder del campeonato, que tuvo que sacar los codos y defenderse con uñas y dientes.
A falta de dos giros, y después de 'pechofriar' durante casi diez, Norris por fin pudo adelantar a Verstappen… con polémica. El de McLaren pasó al de Red Bull por fuera de la pista, aunque ambos se habían salido, lo que la FIA consideró que fue una obtención ilícita de ventaja y le cayeron cinco segundos de penalización a Norris. Aunque este intentó neutralizar ese castigo, se quedó corto: Verstappen acabó tercero por menos de un segundo.
Por delante, los dos Ferrari fueron los grandes triunfadores. El equipo de Maranello llega a este momento de la temporada con serias opciones de meter un susto a McLaren y a Red Bull. De hecho, con este resultado, Leclerc ya está a 'solo' 22 puntos de Norris y Ferrari a ocho de Red Bull, y se puede decir que en ambos casos son candidatos al título, con todo por definir y cinco grandes premios -dos de ellos en formato sprint- por delante.
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