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David Sánchez de Castro
Lunes, 27 de noviembre 2023, 11:31
Max Emilian Verstappen ya era tricampeón del mundo mucho antes de que el banderazo a cuadros y los fuegos artificiales le dieran los cumplidos honores como ganador del GP de Abu Dabi. El neerlandés consumó en la meta de Yas Marina este domingo una ... temporada prácticamente perfecta, con 21 de las 22 carreras disputadas en los dos primeros puestos del podio y 19 de ellas en lo más alto. El récord, que tenía él mismo, de 14 victorias en un año, lo ha arrasado en un 2023 que ya es histórico para él.
Los números son aplastantes. Su peor resultado fue el quinto puesto de Singapur, la única cita de este largo año que no ganó un Red Bull. Carlos Sainz, que acaba el año en una más que mejorable séptima posición en la general por un final de campaña demencialmente olvidable, ha evitado el pleno de un equipo que incluso con un único piloto habría acabado igual. Es demoledor: Red Bull ganó el Mundial de constructores con 860 puntos, de los que 575 fueron de Verstappen. Si el piloto hubiera competido en el campeonato de marcas, igualmente Mercedes, el subcampeón, no hubiera podido cazarle, ya que fue segundo con 409.
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David Sánchez de Castro
Verstappen cerró la temporada 2023 con una victoria en la que dominó casi todas las vueltas, merced a las entradas en boxes. Yuki Tsunoda, el inesperado japonés que fue elegido piloto del último día de competición, le privó de ese hito, aunque no queda empañado otro de los récords que ha batido el todocampeón de esta campaña: ha sido líder en 1.003 de las 1.325 vueltas que se han disputado, un 75,70%. En tres de cada cuatro pasos por meta, Verstappen ha ido primero. Nadie en la historia de la Fórmula 1 había consumado tal superioridad, ni el mejor Sebastian Vettel, que en su aplastante 2011 lideró 739 de 1.113, ni otros como Nigel Mansell, Michael Schumacher o Lewis Hamilton. Todos ellos acabaron levantando el pie en las últimas carreras de sus años de gloria para dejar, al menos, las migajas a sus respectivos compañeros en busca de los eventuales subcampeonatos del mundo.
Todos estos guarismos hablan mucho y muy bien de Verstappen… y muy mal de Sergio Pérez. El mexicano no ató el más que exigible subcampeonato del mundo hasta la penúltima carrera, no sin polémica, pese a tener en sus manos uno de los monoplazas más superiores que ha visto la historia reciente de la Fórmula 1. Verstappen le ha arrasado de tal manera que le ha sacado más del doble de puntos, lo que ha permitido a Checo entrar en los libros de historia como el subcampeón del mundo con mayor diferencia con el campeón: 290 puntos. El mexicano solo ha conseguido un 49,57% del botín de lo que ha sumado su mayor rival y compañero. Su continuidad en Red Bull solo se entiende porque no hay un sustituto de garantías detrás, ya que el vacío de la cantera de la otrora prolija huerta de las bebidas energéticas se ha secado de manera notable. Y no, por mucho que los bautizados como 'checoplanistas' afirmen que a su ídolo le sabotean para beneficiar a Verstappen, no se explica cómo puede haber tal diferencia entre ambos.
Hay quien ve en Verstappen un cierto halo de otros campeones. Su irremediable competitividad que le hace querer ya no solo ganar, sino aplastar a sus rivales y compañeros, su ansia inagotable y caníbal por las victorias, una cierta agresividad que poco a poco se le va atenuando con los años… Los más veteranos leen Max Verstappen, pero piensan Fernando Alonso.
Al neerlandés no le duelen prendas al admitir su admiración por el español. Solo hay que repasar cómo han compartido charlas en los ocho podios que han compartido este año, o en los guiños que se han dedicado en los momentos fuera de la pista. Quizá si compitieran por victorias la relación no sería tan amigable, como tantas veces hemos visto en la Fórmula 1 cuando se topan dos titanes, pero de momento se ve un cariño y admiración mutuos.
El último ejemplo es la genial entrevista que le hizo Verstappen a Alonso después de Abu Dabi. Con todo resuelto, el joven de Red Bull cogió el micrófono de una de las televisiones para hacer las típicas y tópicas preguntas al que hace dos décadas competía contra su padre Jos. Alonso no solo respondió lo ya pensado, sino que además acabó sacándole una noticia: Verstappen va a probar un GT3, una categoría que se estrena en el Mundial de Resistencia y en las 24 Horas de Le Mans de 2024, en Portimao. La réplica de Alonso fue casi la misma: él va a aprovechar este parón de vacaciones para hacer lo propio con otro GT3, pero en el MotorLand de Aragón.
Quién sabe si ese rumor reciente de que Alonso y Verstappen pueden compartir equipo en un futuro se cumpla, aunque no dentro de la Fórmula 1. Ambos lo firmarían.
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