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David Sánchez de Castro
MADRID
Viernes, 13 de marzo 2020, 13:58
El positivo que dio un miembro del equipo McLaren demostró a la Fórmula 1 que no son inmunes al coronavirus. El vodevil vivido en Melbourne entre el jueves y el viernes derivó en la suspensión inmediata del Gran Premio de Australia y dejó seriamente ... tocado a un campeonato cuya imagen ha caído para todos. La pésima gestión de la crisis, la falta de un criterio único y la ausencia de una línea de actuación clara obligó a que las decisiones de cara a las siguientes carreras del campeonato no se tomaran a la ligera.
Así, después de una reunión, tiraron por la calle de en medio: quedan canceladas las dos próximas citas del campeonato del mundo, Baréin y Vietnam, hasta encontrar una nueva fecha. Ambos países han impuesto veto a los viajes desde Italia y España, entre otros países considerados de alto riesgo por el contagio de coronavirus.
No había mucho margen de actuación. Lo visto en Melbourne, la reunión de más de doce horas de los responsables de F1, FIA y el circuito, además de los jefes de equipo dejó claro que el peso del dinero se hizo demasiado alto como para que la lógica imperase y la carrera se cancelase de manera inmediata. La crisis en términos de reputación era tal que no podían dejarse llevar por las dudas, así que entre todas las partes decidieron mover el inicio del campeonato a mayo.
Otra cuestión distinta es cuándo concretamente. La evolución del coronavirus en Europa, continente que según la OMS ya se ha convertido en el epicentro de la pandemia al superar al resto de países en positivos con la excepción de China, hace bastante complicado adivinar el escenario del próximo mes de mayo. Quizá sea por eso que, en los comunicados de la FIA y la Fórmula 1 haya una importante diferencia: mientras que la Federación asegura que, si todo va bien, el Mundial comenzará el 1 mayo en el Gran Premio de los Países Bajos, la competición habla de «finales de mayo». El margen de duda es lo suficientemente amplio como para que haya varias carreras en el aire, entre las que se encuentra el Gran Premio de España.
La cita de Montmeló, que ya tenía sus propios problemas al estar en pleno proceso de negociación de su continuidad, estaba prevista para el segundo fin de semana de mayo. Si se cumple la previsión de la FIA, será la segunda cita del campeonato. En cambio, si no comienza el Mundial hasta finales de mayo, pueden verse básicamente dos escenarios: bien su cancelación total por falta de fechas o de seguridad si el brote no ha remitido; bien su recolocación al final de año, algo complejo por la falta de fines de semana libres.
Desde el Circuito de Barcelona-Cataluña, que como tantas otras entidades han tenido que cancelar todo inmediatamente, no tienen claro qué puede pasar con la cita de Fórmula 1. «Aunque estas medidas no afectan al período de celebración del Fórmula 1 Gran Premio de España 2020 (8 al 10 de mayo), después de que la Formula 1 y la FIA hayan anunciado una nueva calendarización de los grandes premios del Mundial, el Circuito se encuentra en conversaciones con la Formula 1 con tal de analizar las diferentes opciones que se presentan», afirman.
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