El 'Panzer' Rosberg logra la 'pole' en casa

La cara de Hamilton al acabar la sesión de clasificación lo decía todo. El enfado por haberse equivocado en el momento clave era notable, ya que es consciente de las dificultades que va a tener este domingo en una carrera en la que Rosberg está hipermotivado. Escuchar rugir a la grada de Hockenheim mientras su compañero pasaba no fue nada cómodo para él, y quizá por eso echó al traste una vuelta en la que venía haciendo récord. Todo dependerá de la salida, porque en este circuito, más aún que en otros, los Mercedes han mostrado una superioridad aplastante. Pese a que el viernes parecía que los Red Bull se habían acercado, tanto Rosberg como Hamilton disiparon las dudas en una clasificación en la que sólo sudaron en las últimas vueltas de la Q3, ya que tanto en la Q1 como en la Q2 les bastó un único giro cronometrado para conseguir el pase a la siguiente ronda con los primeros puestos.

Por detrás de ellos, Red Bull arrasó en su guerra particular sobre Ferrari. Daniel Ricciardo sale tercero, justo delante de un Max Verstappen a quien le vino genial la laxitud de los comisarios con los límites de la pista. El holandés no dio una vuelta entera sin meterse fuera del asfalto, al menos, en una curva. Los coches rojos no pasan su mejor fin de semana, especialmente un Sebastian Vettel muy gris que vio cómo Kimi Räikkönen, que está por delante de él en el Mundial, le batió en uno de sus puntos fuertes, la sesión de clasificación.

Mal día para los españoles

Carlos Sainz y Fernando Alonso habían malacostumbrado a la afición española en las últimas carreras. Ambos se habían convertido en candidatos casi imprescindibles para la Q3, pero en Hockenheim se han quedado mucho más lejos de lo esperado. Tras unos entrenamientos libres en los que el Toro Rosso y, especialmente, el McLaren se habían mostrado razonablemente competitivos en esa liga del medio por entrar en la última tanda, ambos decepcionaron.

Por un lado, Sainz no tuvo la estrella que le acompañó en Hungría. El madrileño ya había sufrido para rozar sin alcanzar el 'top 10' en las tandas del viernes, y en la clasificación le fue aún peor. El decimotercer tiempo del día no sólo no fue suficiente ni aceptable para lo que esperaba, sino que además fue investigado por los comisarios debido a que estorbó notoriamente, pero sin intención, a Felipe Massa en la Q3. Como escaso consuelo, le puede servir que volvió a batir con sobrada ventaja a un Daniil Kvyat que, entre improperios, se preguntó a qué se debía que él había caído eliminado en la Q3 y Sainz no.

Para Alonso, sencillamente, fue un mal día. El asturiano se vio ligeramente estorbado por un Ferrari, como se quejó por radio, pero no excusó su pobre 14º tiempo del día en ello. «Ahí había perdido unas centésimas sólo», admitió ante los medios. Las buenas sensaciones que dejó el viernes en los libres se esfumaron conforme avanzó el sábado y nada hace pensar que el domingo vayan a recuperarse. En la clasificación se han visto superados por los Force India y los Williams, algo que tiene una explicación: los equipos motorizados por Mercedes estrenan este fin de semana una evolución de la unidad de potencia alemana, que les ha dado un empuje extra suficiente para dejar en nada el aire que había tomado McLaren y su Honda en las últimas carreras.

Las conclusiones de este sábado pueden quedarse en nada si, tal y como prevén algunas escuderías, llueve este domingo. Sainz y Alonso ya miran hacia el cielo, entre temerosos y esperanzados, para intentar olvidar uno de los peores sábados de los últimos meses.