El límite lo pone Hamilton

Los comisarios, encabezados por el campeón Nigel Mansell, avisaron a los pilotos en la jornada del viernes: no iban a permitir que se excediesen los límites de la pista, especialmente en tres curvas: la 9, la 15 y la 18. Se lo repitieron por activa y por pasiva a todos, pero aun así algunos tuvieron serios problemas para cumplir la orden. De hecho, esta exigencia de los responsables de la carrera fue lo que dio salsa a la clasificación.

La jornada empezó con un piloto menos. Marcus Ericsson tuvo un fuerte accidente en los terceros entrenamientos libres, en el que incluso saltó el volante. El de Sauber participará en la carrera, pero tuvo que pasar por el hospital para someterse a un chequeo. En la 'Q1', mientras por arriba todo se cumplía con normalidad, incluido el pase sobrado de Fernando Alonso, el otro McLaren lo pasaba mal. El DRS de Button no funcionó correctamente y se quedó sin pasar el corte. pero tuvo que volver corriendo a 'boxes', aunque esta vez a pie y no montado en su coche. Le avisaron de que a Kevin Magnussen, que había sido el último en pasar el corte, le iban a quitar el tiempo. El teléfono escacharrado entre los comisarios y los equipos funcionó como sólo puede funcionar: mal. Al final, Button no salió a pista (a Magnussen le habían quitado el tiempo de una vuelta más lenta que la que le sirvió para pasar a 'Q2') y el de Renault tampoco, por una avería.

No fue el único investigado por este motivo: seis pilotos vieron cómo les eliminaban una vuelta por sacar las cuatro ruedas de sus respectivos monoplazas fuera de la pista. Además de Magnussen, los castigados fueron Palmer, Verstappen, Hamilton, Hülkenberg y Alonso. A estos tres últimos lo hicieron en la 'Q3', con lo que hubo algo de confusión para colocar definitivamente la parrilla.

El primero en verse sorprendido por la guillotina de los comisarios en los últimos 10 minutos de sesión fue el propio Lewis Hamilton. El inglés ya había batido el récord del circuito en la 'Q2' y en su primer intento de la 'Q3' barrió a sus rivales sin piedad, pero con ventaja ilegal. Los jueces lo vieron y le quitaron el tiempo de manera inmediata. Hamilton no se achicó y, en su segundo intento, no sólo hizo la 'pole', sino que mejoró el crono que le habían quitado, con casi tres décimas de ventaja sobre un Rosberg que apenas le inquietó.

 Los españoles, en 'Q3'

El siguiente en caer, prácticamente sobre la bocina, fue Fernando Alonso. El piloto asturiano, por primera vez esta temporada, logró entrar en la 'Q3' sin ayudas externas, fallos de sus rivales o circunstancias extrañas: sólo puro rendimiento. Alonso vio la bandera a cuadros con el octavo tiempo de la sesión, pero le quitaron ese crono, un 1:31 alto, porque había sacado las cuatro ruedas de su McLaren por fuera de la curva 9. Al final cuajó un décimo tiempo, un 1:32 alto, que se convierte en un noveno puesto en la parrilla gracias a la sanción de Sebastian Vettel (van tres consecutivas) por sustituir caja de cambios.

También Calos Sainz se ve beneficiado por esta circunstancia, ya que el español acabó con el octavo tiempo (Hülkenberg, que había sido más rápido en principio, recibió el castigo de los comisarios) en un fin de semana en el que la progresión de Toro Rosso, al menos en el caso de Sainz, ha sido notable. Él mismo admitía que en los libres habían pasado de quedarse lejos de los Force India a poder superar en pista al menos a uno.

Más allá de la posición en la que parten Alonso y Sainz, la noticia de este sábado fue que ambos superaron la 'Q2' sin sufrimiento. Con dos grandes giros en la tanda intermedia pudieron luchar de tú a tú en el definitivo 'top 10', con lo que dan buena muestra de las mejoras que tanto McLaren como Toro Rosso han empezado a mostrar este fin de semana. Las características de Silverstone se adaptan a las mil maravillas a los coches en los que el chasis cobra más protagonismo (no es casual el tercer puesto de Max Verstappen con Red Bull), y esa puede ser la principal ventaja para los españoles este fin de semana.

Para este domingo se esperan condiciones adversas. La cambiante climatología británica convierte en una incógnita cualquier previsión a la hora de plantear la carrera, pero visto lo visto, tanto en el caso de Alonso como en el de Sainz, cada vez hace menos falta orar con la mirada puesta en el cielo.