Canadá, punto de inflexión

Bajo el viento y con serias probabilidades de lluvia, la escudería de Woking pretende dar un golpe encima de la mesa que suponga ese impulso definitivo de cara a luchar por los puntos carrera a carrera. Tras las buenas sensaciones cosechadas en Mónaco, tanto Fernando Alonso como Jenson Button confían en hacer una buena carrera este fin de semana. Para ello, contarán con armas renovadas.

Por un lado, ExxonMobil estrena una nueva fórmula del combustible con la que van a conseguir una ganancia de una décima, en teoría. Por otro, Honda ha llevado a Montreal una versión actualizada del turbo, por la que han gastado tres 'tokens' de evolución. Con esta presunta mejora (ahora mismo sólo se le puede llamar 'novedad') van a conseguir una mayor potencia y una mayor eficiencia en la recuperación de energía, lo que conlleva una mejora implícita en la fiabilidad. Todo esto sobre el papel, ya que la realidad se verá en el asfalto del mítico trazado canadiense.

El propio Fernando Alonso se mostraba un tanto dubitativo al respecto, ya que una cosa es lo que diga el papel y otra muy distinta lo que realmente ocurra. «Tenemos que ver en la pista, pero contamos con una mejora en turbo que nos hará recargar un poco más las baterías lo que se notará en la carrera más que en la crono. Y la gasolina nueva nos da casi una décima de mejora, así que esperamos ir mejor», señaló un Alonso que señala sin dudas cuál sería el éxito para esta cita. «El objetivo son los puntos, dos Q3 consecutivas y ojalá sea la tercera aquí», señaló. Estas novedades técnicas llegan en un circuito clave para la potencia: el circuito de Canadá exige mucha potencia debido a las velocidades altas que aquí se alcanzan (por encima de 340 km/h en el punto de control).

En estos últimos días, volvió a saltar a la palestra su futuro. Alonso respondió claro y conciso, aunque sin decir mucho más de lo que ya había repetido anteriormente: sólo si le sigue atrayendo esta F1 seguirá. «Me queda un año de contrato, y hasta 2017 va a ser una época de muchas encuestas. Es algo obvio, no voy a tomar una decisión hoy de lo que voy a hacer en 2018. Un poco de paciencia, a ver cómo va la F1 el año que viene. El verano del año que viene veré. Ojalá siga muchos años y pueda ganar ese tercer título», afirmó a los micrófonos de Movistar+. Alonso asegura estar feliz, sobre todo porque ve un claro camino positivo con respecto al 2015. «Seguramente este año las cosas son mucho más lógicas que el pasado. El freno de Australia por el accidente hizo que me perdiera la segunda carrera... bueno, el campeonato para mi empezó en China. Estoy contento, pero el único objetivo es ganar a Mercedes. Tomé algunas decisiones hace dos años y medio y creo que fueron las acertadas», zanjó al respecto.

Hamilton y Canadá: contigo empezó todo

Para muchos pilotos, el Gilles Villeneuve es el mejor circuito del año. Virado y rápido, con los muros muy cerca y con una climatología cambiante. La incertidumbre de cara esta cita hace que vaya a ser un Gran Premio movido. Especialmente lo será para Lewis Hamilton que, tras haber recargado las pilas en sus amados Estados Unidos con su nueva pandilla formada por él mismo, el futbolista Neymar y el cantante Justin Bieber, afronta un nuevo asalto en el asedio al liderato de Nico Rosberg.

Para Hamilton siempre será muy especial Canadá, más que ningún otro. Allá por 2007, el trazado de Montreal marcó la primera de las 44 victorias que ha sumado en su carrera deportiva. El tricampeón llega pletórico de confianza, tras haber visto cómo en una carrera el colchón de 43 puntos que tenía Rosberg se ha visto reducido hasta los 24. Aún está complicado, pero un nuevo fallo del alemán y retomará el liderato que no vislumbra desde 2015.A su favor, además, tiene la estadística: es el segundo piloto más laureado en Canadá, con cuatro victorias (sólo por detrás de las siete de Michael Schumacher).