Vettel se lleva los últimos focos de la pretemporada

El alemán salió a por todas muy temprano. A los mandos de su SF16-H, a media mañana, marcó ese crono que le valió para quitarse de delante a todos sus rivales en la tabla de tiempos, si bien lo hizo con los neumáticos ultrablandos. Estas ruedas, que seguirán dando que hablar conforme avance la temporada, se han convertido en las grandes protagonistas del último día, ya que casi todos (excepto Mercedes, por ejemplo) han querido dar, al menos, una vuelta con este compuesto. Las altas temperaturas para la época y el abrasivo trazado español dejaron más tiempo los neumáticos superblandos que sus 'hermanos' de la siguiente gama. Vettel, además de ir rápido, fue muy fiable: además del consecuente simulacro de carrera matutino y vespertino, llevó al límite algunas piezas nuevas que Ferrari estrenó en Montmeló, con las que dio 140 vueltas en total. La escudería italiana se queda con el relativo honor de haber sido el equipo que ha dominado más días la tabla de tiempos de Montmeló, sin ningún problema mecánico destacable y la certeza de que aún hay esperanza para quien cree que Mercedes no va a aplastar este 2016.

Quien no haya visto en pista al equipo campeón, podría hablar de debacle en el último entrenamiento de pretemporada. Por la mañana, Lewis Hamilton dio 'sólo' 69 vueltas (el que más ha dado en la sesión matutina, pero menos que en jornadas anteriores) antes de que una avería en la transmisión le dejase tirado al final del pitlane cuando iba a realizar su último intento de vuelta buena. Por la tarde, en el turno de Rosberg, el alemán completó idéntico número de giros, pero no pasó del último lugar de la tabla de tiempos cronometrados. Dedicado exclusivamente a los neumáticos medios para simular las condiciones de una carrera larga, Rosberg se vio pasado hasta por Rio Haryanto con el Manor o un Esteban Gutiérrez que se subió inesperadamente en el Haas de su compañero Grosjean, como compensación por la falta de kilometraje en jornadas previas.

Los fríos datos son claros: Mercedes ha tenido una avería en el último día de trabajo y uno de sus pilotos ha quedado último. Sin embargo, verle en pista deja claro que los datos sin contexto no sirven absolutamente de nada. Como en los días previos, el W07 se mostraba como el monoplaza más dócil de la parrilla, con diferencia. Ni siquiera las ligeras ráfagas de viento racheado que azotaron el trazado catalán movían de la línea óptima a los corredores de Mercedes. Por citar un ejemplo en uno de los 'stints' de la tarde, Rosberg era el único capaz de pisar exactamente por sus propias huellas en la sinuosa zona entre las curvas cinco, seis y siete. Que los tiempos o la imagen del coche de Hamilton en una grúa no tapen la realidad: son los grandes favoritos para la campaña 2016, con diferencia.

Sainz apunta alto con Toro Rosso

 Con Fernando Alonso ya de vacaciones desde el jueves, Carlos Sainz fue el único español en pista en el último día de test. El madrileño con su Toro Rosso dedicó el día a otra maratón de vueltas, aunque menos que en días anteriores, y a realizar ensayos con todo tipo de neumáticos. De hecho, casi todos los pilotos se vieron obligados a usar los compuestos más blandos de la gama de Pirelli porque los medios ya habían sido más que utilizados en las jornadas previas. Esta posible desventaja se convirtió en un arma para muchos, incluido un Sainz que acechó el crono de Vettel durante toda la mañana, cuando las condiciones de la pista estaban mejor para ir a por un tiempo.

Al final, Sainz marcó sólo ocho vueltas menos que Vettel, marcó el segundo crono de la jornada y dejó claro que las aspiraciones de Toro Rosso no pasan sólo por puntuar y asentarse en la zona templada, sino también intentar dar alguna campanada en forma de podio.

En McLaren, Jenson Button finalizó los test con 121 vueltas y el séptimo mejor tiempo del día, segundo mejor para la escuadra británica por apenas dos centésimas sobre el mejor tiempo de esta pretemporada, obra de Fernando Alonso del martes. Button, que montó ultrablandos durante buena parte de la jornada, completó el programa previsto sin ningún percance, y reconfirmó lo que su compañero había dicho el día anterior: en fiabilidad se ha dado un pasito "que ojalá sea un pasote", pero en rendimiento puro aún les queda un poco de camino por andar.