Fernando Alonso, en Montmeló.
MOTOR

Fernando Alonso, triste por una Fórmula 1 «que no le gusta a nadie»

El piloto asturiano estalla contra los cambios de normativa y su complejidad, y deja claro que no le gusta el camino que tiene la competición

David Sánchez de Castro

Jueves, 3 de marzo 2016, 19:12

«Esta Fórmula 1 no le gusta a nadie. Igual le puede gustar a Hamilton o a Rosberg, pero si escuchas la reunión de pilotos que hacemos o cuando damos la vuelta en el autobús los domingos, creo que no agrada en general. Son coches ... tremendamente lentos, neumáticos difíciles de entender, presiones altísimas a día de hoy que reducen más las prestaciones, y como es lo mismo para todos no hay nada que decir, pero seguramente es una Fórmula 1 un poco diferente y un poco más aburrida a la hora de conducir. Las audiencias no engañan: siguen bajando y bajando. Cuando hay algo que funciona o algo que sea simple de entender lo intentan cambiar, como la crono. Es un contrasentido a veces y ojalá encontremos la dirección justa para el deporte», deseó el asturiano.

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También usó una comparación para ejemplificar algo de lo que se ha quejado muchas veces: la falta de entrenamientos. «He tenido sólo tres días para ensayar en el coche, y me perdí uno por problemas mecánicos. Este es un deporte único en ese aspecto. Dile a un tenista que sólo puede tocar la raqueta tres días y luego tiene que competir en el Mundial. Siempre que acabamos la pretemporada pensamos que hay muchas cosas que aún habría que probar y trabajar en el coche», señaló.

Antes, en inglés, expresó que parte de lo que no funciona en la Fórmula 1 se debe a los constantes cambios de normativa. «Estoy triste por el deporte. No parece que esté bien desde fuera que en una semana se hayan cambiado tres veces el formato de clasificación, o que se pretenda cambiar, pero aún no se haya hecho oficial nada. Si fuera un deportista de otro deporte, vería la Fórmula 1 un poco sorprendido. No creo que esté bien cambiar tanto. La complejidad de las normas para el espectador es altísima, y mis amigos de aquí de España cambiarían de canal de televisión para ver batallas, grandes coches, grandes ruedas, más ruido... y disfrutarían las carreras, como hacen con otros deportes. Pero para nosotros hay MGU-H, MGU-K, estado de pista, superblandos, usadas, cambios obligatorios de ruedas, medios... Cuando estás cuarto a falta de pocas vueltas, tienes que entrar a cambiar ruedas por norma. Es normal que cambien a otro canal de televisión», dijo.

En resumen, lo que quiere Alonso es lo que quieren muchos: «simplicidad en las normas». «Incluso una vuelta en la clasificación, como la 'superpole' que hicimos en 2005 o 2006 que era muy espectacular. Todos tenían cobertura televisiva y es simple: haces una vuelta, frenas más tarde, aprovechas los espacios, quizá te equivocas en una curva... Había adrenalina en esa vuelta. Cualquier cosa que decidan lo aceptaremos, como hemos hecho en los últimos 60 años», dejó caer el asturiano.

«McLaren, un paso adelante»

Aparte de la 'rajada' contra el deporte que le ha convertido en un ídolo de masas, Alonso señaló que este McLaren supone «definitivamente un paso adelante». «Estoy contento con el paso que hemos dado este invierno. Tuvimos muchos problemas el año pasado de rendimiento y fiabilidad y estoy realmente contento porque parece que podremos olvidar lo de usar once o doce motores para acabar el campeonato. La sensación es positiva, es buena por las mejoras y el trabajo que ha hecho el equipo durante el invierno, sobre todo en fiabilidad», opinó.

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«El año pasado teníamos muchos problemas en pretemporada y en temporada. El 70% de las carreras sabíamos el problema que nos iba a pasar en un momento, no sabíamos si iba a ser en la vuelta 7, la 11 o la 22, pero sabíamos que íbamos a tener un problema y eso fue bastante duro. Ha habido cambios de diseño totales y de filosofía en la unidad de potencia muy grandes y cuando llegas a los primeros test hay un poco de curiosidad de saber si todo va a ir como la teoría decía. Y por eso estoy contento, porque no hemos tenido problemas graves de fiabilidad durante la pretemporada, al menos en la unidad de potencia», concluyó.

Exprime al máximo su monoplaza

Fernando Alonso aprovechó su último día al volante del McLaren MP4-31 esta pretemporada. El piloto español exprimió al máximo el monoplaza con el que aspira a volver a recuperar el buen tono deportivo, y dedicó la jornada a probar todo lo que no había podido lograr antes. Así, por la mañana, llegó a las 57 vueltas después de probar todo lo que pudo: salió con neumáticos blandos, medios, medios experimentales, superblandos, con los que logró el 1:24.870 que le llevó al sexto puesto de la jornada matutina, séptimo del día al final de la jornada, y hasta los ultrablandos a última hora de la tarde.

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Ensayaron diferentes configuraciones del mapa motor, después de que en los días anteriores los ingenieros le diesen una vuelta a la unidad de potencia de Honda. Las 118 vueltas que marcaba su tabla de tiempos dejan claro que este McLaren y este Alonso dejan mejor sabor de boca del que se esperaba. En definitiva: una jornada mejor de lo normal para un equipo McLaren que había convertido en normalidad el caos y las averías constantes.

La simulación de carrera de la tarde dio datos muy útiles para una McLaren que, pese a que se temían lo peor, afronta el futuro con optimismo. El día que se quedaron en boxes la primera semana fue sólo un pequeño bache en el desarrollo de un MP4-31 que va bien, al menos, en comparación de lo que se vivió en la pretemporada anterior. Eric Boullier, jefe de McLaren, resumía con un elocuente «a good day» («un buen día») sus sensaciones.

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Mercedes, en su línea

  • Nico Rosberg completó 81 giros en la mañana, dedicados fundamentalmente a probar una nueva parte trasera y diferentes configuraciones del alerón delantero, además del consecuente ensayo de carrera, que al final sirvió para constatar de nuevo que no tienen prisa ni ganas por asustar al resto. Lewis Hamilton ni siquiera luchó por tiempos y se conformó con dar bastantes menos giros que su compañero, y un décimo crono en la tabla. 63 vueltas para el campeón del mundo, sin sudar.

  • Los perjudicados del día fueron los miembros del equipo Haas. Romain Grosjean causó tres banderas rojas, la última que llevó a un final precipitado de la sesión, debido a diversos problemas técnicos. Las dos primeras fueron por fallos en los frenos, y la tercera por una pérdida súbita de potencia. A la nueva escudería norteamericana le va a costar cumplir su objetivo de alcanzar los puntos, si no es capaz de solventar estos problemas de fiabilidad.

Alonso se despide así de los ensayos con buen talante. Mucho mejor que el año pasado por estas fechas, sin duda, y con la esperanza -casi convertida en certeza- de que este 2016 será mucho más positivo que el 2015. No llegará a las victorias, ni mucho menos, ni a los podios (salvo una carrera caótica y que tenga suerte, nivel tocarle el gordo de la lotería en tres días consecutivos), pero sí llegará a la zona de puntos con relativa constancia.

Las mayores dudas que genera el McLaren no son por parte del piloto, o del chasis: lo son por la unidad de potencia. El sonido, el más bronco con diferencia de los que se han escuchado en Montmeló, genera cierta desconfianza, más en la afición que en los miembros del 'paddock'. En los puntos de control de la velocidad punta, Alonso no se sitúa entre los más altos. pero tampoco entre los más bajos. Asentado en la zona templada de la parrilla, Alonso aspira a que con este McLaren pueda pelear con los Toro Rosso, los Force India o los Williams.

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Quien no ha dado tregua ha sido Ferrari. Engañoso o no (se niegan a colgarse el cartel de favoritos), lo cierto es que Kimi Räikkönen arrasó con el cronómetro. El finlandés se quedó con el mejor tiempo de la mañana, con un 1:22.765 conseguido con neumáticos ultrablandos, y dejó en casi medio segundo la distancia con sus inmediatos perseguidores, Felipe Massa (con neumáticos blandos y extremadamente descargado de combustible), Nico Hülkenberg y Max Verstappen, ambos con las mismas ruedas que Räikkönen.

Ferrari fue el centro de atención de la jornada, primero por ese estreno del sistema halo en las vueltas de instalación de Räikkönen, y después por el gran rendimiento mostrado por el propio piloto finlandés. Y eso que, entre medias, tuvo un pequeño parón imprevisto por un sobrecalentamiento de los escapes mediada la mañana.

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