Mercedes mete mucho miedo

Lo que no ha cambiado es el absoluto dominio de Mercedes. Fue la pole número 51 para la escudería alemana, en un circuito donde las diferencias fueron mínimas. De hecho, en la Q1 la diferencia entre el crono de Rosberg y el del 17º clasificado, Felipe Nasr, fue de tan sólo 1,3 segundos. En un circuito donde se rodó en una media de 1:20, esta diferencia es absolutamente ínfima.

El tercero en discordia es Sebastian Vettel. La enemistad prácticamente declarada entre Hamilton y Rosberg puede ser una de sus mejores armas, máxime si puede aprovechar la presión que tiene el alemán. Se juega el subcampeonato, y un nuevo fallo puede ser letal para sus opciones. De hecho, el de Ferrari no dudó en bromear en la sala de prensa: «Si no os jugáis nada, ¿por qué no os apartáis y dejáis que yo pase?». El tenso silencio con el que respondieron Hamilton y Rosberg fue suficiente contestación.

Mientras los dos Mercedes no fallan, en Ferrari tienen una doble cara. Mientras Sebastian Vettel está inamovible por detrás de los campeones, para Kimi Räikkönen fue un sábado de pesadilla. Primero, en la Q3 rompió la caja de cambios, que tuvo que ser sustituida para la clasificación, y después porque una avería en los frenos le privó de avanzar hacia más adelante. El finlandés no pasa sus mejores días y sólo saldrá por delante de los McLaren, que no salen del pozo.

A Jenson Button no se le ha visto prácticamente en todo el fin de semana. Los problemas de la unidad de potencia en el monoplaza del británico no se arreglaron ni cambiándola, y este sábado ni siquiera salió a la clasificación. Las 50 posiciones de castigo que arrastra no le sirvieron de nada al final, ya que puede llegar a quedarse en boxes este domingo.

A Fernando Alonso las cosas no le salieron mucho mejor. De hecho, a efectos prácticos, le hubiera supuesto lo mismo salir que no salir. Marcó el decimosexto tiempo y se quedó a muy poco del corte para la Q2, pero las 15 plazas de castigo le mandarán al fondo de la parrilla junto a su compañero. Le tocará remontar en un gran premio en el que han tenido problemas de frenos, de batería y los ya consabidos de potencia. Además, hay previsiones de lluvia durante la noche en México, lo que lavará la pista. En conclusión: para remontar, habrá que jugársela.

No obstante, Alonso era optimista y calificaba de divertida la posibilidad de pelear desde atrás. En Austin ya lo pasó en grande, y se buscará la vida para llegar a los puntos y quitarse esa mala sensación que le dejó el undécimo puesto de la carrera estadounidense.

Mala estrategia de Sainz

Carlos Sainz se quedó notablemente insatisfecho por la clasificación. Su undécimo puesto sabe muy agridulce, sobre todo por cómo lo logró: en su equipo se equivocaron a la hora de plantear la clasificación. Tras pasar sobrado la Q2, la lucha era por el corte de la Q3. Para ello, montaron neumáticos nuevos en el primer intento de esa segunda tanda, pero usados en el tercero. Unido a que, además, salió con tráfico, el resultado fue una temprana eliminación por sólo ocho milésimas frente a Nico Hülkenberg.

Como Alonso, el objetivo de Sainz será llegar lo más alto de los puntos. Y si la pista tiene condiciones cambiantes, además de la propia incógnita que supone para todos una carrera aquí, el circuito de Ciudad de México puede suponer uno de los grandes descubrimientos de la temporada.