Los laberintos de McLaren en Monza

En el camarote de los hermanos Marx de Woking decidieron que en los primeros entrenamientos libres de este viernes montaran la novena unidad del motor térmico, con lo que serán sancionados con diez posiciones. Para los segundos, decidieron usar el motor que habían montado en Hungría (el séptimo que usaron) y para el resto del fin de semana tienen previsto volver a colocar el que llevaron en la última cita del campeonato, en Spa. Todo ello, siempre, en función de la fiabilidad de los monoplazas, algo de lo que no pueden presumir los monoplazas de Alonso y Button. Los mecánicos de la escudería podrán salir más o menos satisfechos de Monza: al menos pueden garantizar que se han ganado su salario.

Durante los libres de Italia se confirmaron muchas sospechas, más que fundadas. Primero, que Lewis Hamilton y Nico Rosberg están a un universo de distancia. Con un motor vitaminado nuevo, el líder del Mundial y el único que puede seguirle destrozaron a sus rivales este viernes. Aún más que en otros fines de semana, los Mercedes son los clarísimos y prácticamente únicos candidatos a la victoria. Ni la temida lluvia que se augura para el resto del fin de semana, ni una posible avería, meten miedo a Rosberg y a Hamilton. De los dos habitantes del paraíso Mercedes, es el inglés quien está un paso por delante. Fino, sin fallos de importancia y con un monoplaza que maneja como el mejor Barenboim, Hamilton se encuentra en condiciones de llevarse la victoria prácticamente desde el sábado.

Después, también se confirmó que los Force India vienen fuertes y pueden dar un susto a los Ferrari. Aunque Sebastian Vettel, ídolo local que quiere congraciarse con los tifosi tras varios años de desencuentro, fue tercero en ambas sesiones, tanto Sergio Pérez como Nico Hülkenberg llegaron al top cinco. ¿Serán capaces de asentarse ahí y poner picante a la pelea por el tercer puesto?

Sainz, muy atrás; Merhi 'amenaza'

Si los problemas de Fernando Alonso no le permitieron pasar del 15º puesto, para Carlos Sainz no fue la cosa mejor. De hecho, el madrileño finalizó en las dos sesiones por delante de su amigo, si bien el día empezó con un serio susto. En un error de novato, que lo es y así lo admite, se equivocó al enfilar la temida entrada a la Parabólica, frenó demasiado fuerte y perdió el control de la parte trasera de su Toro Rosso. Resultado: el coche empanzado en la grava y la primera sesión del día al traste. La decepción de Sainz no se vio compensada en los segundos libres, ya que no pudo llegar a posiciones altas.

Por parte de Roberto Merhi, la jornada tampoco fue muy fructífera. Tras ser último en los primeros libres, fue décimo octavo en los segundos, en ambas ocasiones por detrás de su compañero Will Stevens. No es buen momento para andarse con dudas, ya que en estos momentos hay serios rumores acerca del futuro de Manor y, por tanto, de sus pilotos. No obstante, Merhi asegura que se guardó algo este viernes y está en condiciones de mejorar. «Creo que me queda espacio para mejorar y están las cosas muy justas, no sólo entre mi compañero y yo, sino entre nuestro equipo y los McLaren», asegura el castellonense.

Y no le falta razón: el rendimiento de los McLaren es tan pobre que Marussia, con un motor de 2014, está a sólo un segundo de distancia. No hace falta añadir nada más.