Última estación de penitencia para Alonso

La toalla está arrojada sobre la lona desde antes de salir al combate. McLaren tiene claro que en Italia no tienen nada que hacer, y por ello han decidido que tanto Fernando Alonso como Jenson Button llevarán un nuevo motor en esta carrera. Y nuevo motor implica nueva sanción. Diez puestos de castigo para ambos, lo que prácticamente es garantía de volver a salir últimos. Alonso no podrá reeditar el podio que recordaba en sus redes sociales y que le hizo especial ilusión, pese a ser con Ferrari. Los tifosi no han olvidado a un piloto que lo dio todo por el escudo del Cavallino Rampante, pese a que en los últimos días de rojo la relación salieran tirándose los tratos.

Pero no todo serán malas noticias para la escudería McLaren. En Italia vuelve el morro largo, la especificación que desapareció hace unos meses, para intentar aprovechar al máximo las pocas ventajas aerodinámicas que puede dar el escenario italiano para sus intereses. En cualquier caso, Alonso no pone paños calientes. «Va a ser duro, pero aun así empujaremos con fuerza, como de costumbre. aprenderemos todo lo que se pueda sobre nuestro paquete y trabajaremos en nuestra configuración de baja carga aerodinámica para intentar sacar el máximo provecho al fin de semana», afirmaba en la previa. Y también manda un aviso, tanto a medios como a aficionados: «Tenemos que gestionar nuestras expectativas: sabemos que las características de la pista no le van a ir bien a nuestro coche».

Carlos Sainz se solidarizará con Alonso, porque él también será castigado. El motor Renault, como el Honda, padecerá las penurias de su falta de caballos frente a los Mercedes. En Toro Rosso han decidido que ellos también prefieren penalizar aquí, aunque eso conlleve que tanto Verstappen como su compañero español saldrán diez posiciones por detrás de las que se clasifiquen, lo que les restará algo de competitividad ya de inicio. El objetivo de Sainz es claro: acabar con la penosa racha de abandonos que ha acumulado en las cuatro últimas citas del campeonato. La paciencia de Carlos Sainz está a punto de agotarse. «Son demasiados abandonos, aunque en realidad no es mi principal preocupación en este momento porque al final, lo que está bajo mi control todo va bastante bien. Los problemas están, obviamente, totalmente fuera de mi control», se justifica el madrileño. Y no le falta razón: la fiabilidad del Toro Rosso está muy lejos de lo deseable para él, y es consciente de que le está pesando mucho en la clasificación. «Sólo necesito mantener el mismo nivel el día clave. Si es así estoy seguro que estaremos en una buena posición», confiaba Sainz.

Alonso y Sainz serán penalizados por su falta de potencia, pero en la parte de arriba todo son sonrisas. Mercedes ha utilizado los tokens que le restaban para introducir una nueva especificación en las unidades de potencia de su rubia pareja de pilotos. Lewis Hamilton, que estrena un nuevo look platino, y Nico Rosberg, aún en la nube por su reciente paternidad, esperan no sólo marcar territorio en casa de Ferrari, sino además asestar un golpe real y moral a sus rivales en un trazado donde la febril afición tifosi volverá a llenar las gradas desde el primer minuto. Hamilton ya avisaba de que este fin de semana llega pleno de confianza, y motivos tiene para ello: haga lo que haga, el domingo seguirá siendo líder del campeonato, ya que Nico Rosberg, su único perseguidor, está a 28 puntos de distancia.