Alonso traga barro

Este sábado se cumplió un demoledor dato. En 2001, la primera campaña de Alonso en la Fórmula 1, el piloto español disputó el Gran Premio de Malasia con un Minardi que estaba tanto o más lejos que el actual McLaren. En la clasificación en Sepang hace 14 años, Alonso marcó un 1:40.249 y este sábado, un 1:41.636. Aunque las diferencias entre las épocas son notables (aquel era un motor V10 atmosférico, este es un V6 turbo) casi un segundo y medio de diferencia es muy destacable.

El resultado de Alonso no puede sólo justificarse por el coche. El propio Alonso confesó que había cometido un inoportuno error, un fallo en el pilotaje que le hizo perder un tiempo muy valioso cuando estaba haciendo su vuelta buena. Queda la duda de saber qué hubiera pasado si no llega a cometer ese error, y si en la lluvia que anegó el circuito de Sepang podría haber logrado algo más. No obstante, y aunque suene a justificación, sin coche no hay paraíso. El coche necesita mejorar en todos los aspectos, especialmente en la potencia y en la velocidad, explicaba el asturiano.

McLaren da un paso adelante

La gran pregunta es cómo está McLaren con respecto a la carrera de Australia. Se podría pensar que tras clasificar sólo por delante de los Manor de Merhi y Stevens, el MP4/30 sigue a años luz de los puestos de arriba. Sin embargo, hay que ver la situación con perspectiva. En Melbourne, Button y Magnussen estaban a más de cuatro segundos de los puestos arriba en los libres; en Sepang, el británico y Alonso están a poco más de tres de media en tandas largas. Ese segundo de mejora con respecto a los de arriba supone todo un salto, aunque no sea el mejor camino posible. En clasificación, más de lo mismo y los datos no mienten: en Australia salieron a carrera en las mismas posiciones, pero en la Melbourne se quedaron a 2,790 segundos del mejor tiempo en la Q1 (el 103,2% del crono de Hamilton), y en Sepang a 2,262 segundos (el 102.3% del tiempo también de Hamilton).

Alonso, metido en su particular pretemporada, sigue sintiéndose incómodo al verse peleando por pasar a la Q2. No es el lugar elegido para él, y aunque diga que no, le produce cierto escozor ver el buen rendimiento de los Ferrari, al menos, el de Vettel. Que el alemán salga desde la primera fila con Ferrari -algo que él no logró ni en 2013 ni en 2014- no deja de ser un hecho nada agradable para un piloto de la competitividad del asturiano. Teniendo en cuenta que este también era el primer GP de Alonso, se puede entender que Button salga por delante de él. El entendimiento del británico del monoplaza es mucho mayor que el que puede tener Alonso, si bien no es lo esperado. Alonso tiene que ponerse las pilas, porque el coche es un motivo de la falta de competitividad, pero no el único.

Si a los problemas mecánicos del McLaren le unimos el estado de forma de Alonso, al 80% según sus propias palabras, y un error propio, Malasia 2015 no pasará a la historia como uno de los Grandes Premios más recordados en la carrera deportiva del piloto español.