Jerez despide los test con Räikkönen al frente

En McLaren no pueden estar tan contentos como en Ferrari, aunque saben que podría ser bastante peor. Se tomaron el arranque del día con calma. Jenson Button se quedó en el box hasta que en Honda comprobaron que todos los sistemas de la unidad de potencia estaban en orden. Cuando por fin se decidieron a salir, el británico caló su coche y tuvieron que volver a meterle para adentro antes de que, por fin, se decidiesen a hacer una vuelta de instalación. Ya habían perdido hora y media. Con la pista aún mojada por la lluvia que había caído por la noche, desde la escudería británica decidieron esperar a que se secara el asfalto jerezano antes de reemprender el programa de test. También otros equipos como Lotus o Ferrari apostaron por esperar a más calor en pista, pero sorprende esa parsimonia en McLaren, como si les bastara con las 44 vueltas dadas en los tres días anteriores.

Cuando pasaban las 11.30 horas, en McLaren decidieron que era buen momento para que Button marcase su primer crono de la mañana: un gris 1:30.7 que no mejoró en su siguiente stint de dos vueltas. No obstante, poco a poco Button fue completando tandas y se fue a comer con 21 giros al trazado jerezano, después de un susto cuando se volvió a quedar tirado al final del pitlane y sus mecánicos tuvieron que traer de vuelta su monoplaza. Al final, el campeón de 2009 acabó marcando un tiempo de 1:27.660, el mejor de McLaren en los cuatro días, y un total de 35 vueltas que no fueron más por un problema en la bomba de combustible que le dejó en el box para el final de la jornada. Este fallo, no obstante, entra dentro de las averías previsibles en este tipo de test, pero acabar con 79 vueltas en total no es el inicio de temporada deseado por la dupla McLaren-Honda.

Red Bull parado

La jornada comenzó algo más movida que en las tres jornadas anteriores. Pocas vueltas en las primeras horas para todos, pero un problema de Kvyat en la entrada a la chicane Senna, donde dejó su Red Bull tirado con sólo ocho vueltas dadas, puso algo de tensión en el ambiente. No fue la única bandera roja de la mañana, ya que el propio Lewis Hamilton hizo un trompo tras dar 43 vueltas al trazado jerezano, cuando apenas se habían cumplido dos horas de sesión. No obstante, mientra que el ruso de Red Bull no pudo volver a salir en casi toda la mañana por una avería en el ERS, el campeón del mundo regresó a los pocos minutos para reemprender la marcha.

Al final de la sesión, Hamilton acabó con el segundo tiempo del día y, de nuevo, fue el que más vueltas dio:117. El campeón del mundo, como el resto de días, sólo insinuó el potencial del W06 y estuvo pilotando a medio gas y realizando diferentes mediciones para acabar de pulir lo que apunta a ser otro monoplaza colosal. En Mercedes siguen destilando ese aura de superioridad que les vuelve a colocar como los grandes favoritos.

Kimi Räikkönen, por su parte, siguió con el plan previsto en Ferrari hasta el final: meter miedo. El finlandés se despidió de Jerez con su mejor crono de los cuatro días, que confirmó el dominio absoluto de los motores Ferrari en estos test. No es síntoma de que en la Scuderia hayan dado un salto de calidad supremo, pero sí al menos de que están en una clara linea ascendente con respecto al coche de 2014. Habrá que ver si mantienen esta progresión en los próximos test de Barcelona y si McLaren, por fin, acaba de despegar definitivamente.