Secciones
Servicios
Destacamos
DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO
Domingo, 9 de noviembre 2014, 01:49
Nico Rosberg completó este domingo un fin de semana perfecto. Empezó con dominio en los libres, siguió con las tres tandas de la clasificación y lo culminó con una de las victorias que más ha tenido que sudar de las cinco que ha sumado este ... año. Lewis Hamilton apostó por una carrera en la que la calculadora no apareció en su mente hasta las vueltas finales, cuando ya vio que era imposible alcanzar a su compañero. El duelo entre los Mercedes, tal y como la FIA y Bernie Ecclestone deseaban, se decidirá el día 23 en Abu Dabi y ahora son sólo 17 puntos los que les separan. Tras esta carrera, las cuentas son múltiples, pero el resultado más fácil para Rosberg es ganar y que Hamilton no acabe por arriba del tercer puesto. Este resultado sólo se ha dado una vez este año, en Alemania.
Rosberg cuajó su victoria en base a una resistencia inusitada en él. Gestionó los neumáticos de manera perfecta, las paradas en boxes salieron bien y supo controlar los problemas de sobrecalentamiento que tuvieron las ruedas. Por el contrario, Hamilton cometió un error en el peor momento en forma de semitrompo, que le privó de adelantar a su compañero en boxes. Además del susto que se llevó, y el temor de un posible accidente, fue la única mácula en una carrera en la que el británico volvió a mostrar por qué es uno de los pilotos más pasionales de la parrilla.
Pese a que iba con los neumáticos bastante tocados, pese a que el segundo puesto le valía de sobra, pese a que podría haber forzado un abandono innecesario, Hamilton apretó los dientes durante la segunda parte de la prueba y entró en meta a rueda de su compañero. Desde la salida, Rosberg dio muestras de sus intenciones: pasase lo que pasase en Abu Dabi, salir con una victoria de Brasil frente a Hamilton podía suponer una buena baza ante un posible problema del británico. Con los Williams diluyéndose poco a poco, la pelea quedó entre los dos y esta vez fue Rosberg el que se llevó el asalto.
Alonso, en tierra de nadie
Pirelli iba a llevar los compuestos más duros de su gama a Brasil, pero por hacer caso a las quejas de Felipe Massa (entre otros), rebajaron un punto su elección. El motivo era obvio: se preveía lluvia, y las temperaturas deberían haber sido más bajas. Craso error de percepción: no se bajó de 50ºC en el asfalto. Los neumáticos sufrieron y los blandos duraron apenas diez vueltas, los más, mientras que los medios tuvieron problemas de blistering (ampollas) constantes en todos los coches. Así, mediada la carrera hubo un auténtico caos en boxes del que no todos salieron bien.
Uno de los que no tuvo problemas, al menos en boxes, fue Fernando Alonso. Aunque sus paradas no fueron en la vuelta idónea, sus peleas en pista fueron múltiples y todas muy limpias. Se las vio con Sebastian Vettel, con Kevin Magnussen -al que dio una masterclass de cómo se preparan los adelantamientos-, y con su propio compañero, un Kimi Räikkönen que mostró sus mejores cualidades defensivas ante Alonso en las vueltas finales de la carrera.
Alonso tuvo una carrera de menos a más. Sin mucho a lo que optar, el asturiano salía octavo y aprovechó los problemas de Ricciardo, que acabó abandonando, para ganar una plaza. Se vio envuelto en la lucha de la zona media de los puntos, con hombres como los citados Vettel, Magnussen o Button, que acabó llevándose el gato al agua sobre sus rivales con un buen cuarto puesto. Alonso, sexto al final, terminó más que conforme con el resultado, visto lo que podía conseguir.
Massa, el héroe local
Felipe Massa salvó los muebles para un equipo Williams que no tuvo su día. El brasileño fue sancionado con un stop&go de cinco segundos por exceso de velocidad en el pit lane, y todo apuntaba a que había dado al traste con sus opciones de podio frente a su compañero. Incluso protagonizó una curiosa imagen, cuando se equivocó de box y paró en el de McLaren en lugar del de Williams. Sin embargo, al final, Massa sacó lo mejor de sí mismo y ante unas gradas totalmente volcadas con su compatriota, culminó el segundo podio del año.
Mientras que para el brasileño fue la cara, para Bottas fue la cruz. En la primera parada perdió muchísimo tiempo porque le tuvieron que apretar los cinturones, en la segunda se enganchó una pieza en su alerón delantero y en la tercera no fueron lo suficientemente rápidos en cambiar los neumáticos del finlandés. Su décimo puesto fue casi un milagro, visto lo visto.
Tras esta carrera, queda un último asalto del Mundial de 2014. Abu Dabi, con su doble puntuación, dictará sentencia entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg. El británico sale con cierta ventaja, en forma de 17 puntos, pero el alemán no se va a rendir. Hasta que llegue la cita de Yas Marina, los contendientes se retirarán a sus respectivas capillas para concentrarse de cara al duelo final dentro de dos semanas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.