Alonso ensaya para Daytona

El lugar elegido fue el MotorLand de Alcañiz, en Aragón, donde el asturiano rodó por primera vez con el Ligier PS217 del equipo United Autosports, propiedad de su jefe Zak Brown. Alonso se subió por primera vez a un coche de la categoría LMP2, muy similar al que usó el domingo a efectos de conducción, pero no así de prestaciones, ya que éste no cuenta con potencia híbrida extra, sino que es un motor ‘totalmente’ mecánico.

La cita de las 24 horas de Daytona es a finales de enero, pero Alonso quiere exprimir al máximo su agenda. Antes de viajar de vuelta a Abu Dabi, donde este fin de semana se cierra la temporada 2017 de Fórmula 1, pasó por Zaragoza para realizar la pertinente y ya prevista prueba al volante del coche con el que realizará el gran ensayo general para Le Mans de junio. Aunque a finales de los 90 ya participó en unas 24 horas, en Montmeló, aún tiene que acostumbrarse a unos coches que distan mucho de lo que está habituado a llevar entre manos.

Por ello este test de Alcañiz, unido al del pasado domingo, era fundamental. Alonso quiere llegar a la cita de la Sarthe en junio con el cuerpo ya acostumbrado a los relevos, a las inercias, a las velocidades y al comportamiento de unos automóviles conocidos de manera genérica como sportprototipos y que poco o nada se parecen a los clásicos monoplazas de Fórmula 1. Para el ensayo en Aragón eligieron la configuración con la recta de atrás larga, de más de 1 kilómetro. Pese a que en Daytona no es un elemento clave, United Autosports decidió que querían datos con la configuración ‘aero’ del MotorLand.

Aunque los tiempos no son relevantes, ya que no tenía más rivales que sus propios compañeros de equipo, Filipe Albuquerque y Phil Hanson, Fernando Alonso completó el día sin ningún problema y la certeza de que puede dar la campanada en Daytona dentro de dos meses. Para el United Autosports ha sido su segundo ensayo pensando en la prueba inicial del IMSA, el campeonato estadounidense de resistencia. Dos semanas antes de aterrizar en Alcañiz, la estructura estadounidense rodó en Paul Ricard con Lando Norris (probador de McLaren) y Paul Di Resta, además de los citados Albuquerque y Hanson.

Después de lo que en United Autosports han calificado de «un gran primer test», a Alonso le toca volver a la realidad. Esa vuelta a la normalidad pasa por Abu Dabi, donde le espera el último fin de semana soportando las penalidades de los motores Honda, en lo que va a ser la despedida de la relación entre McLaren y el motorista japonés. Cuando vuelva a subirse a un Fórmula 1, ya contará con un motor Renault, con el que logró sus mayores éxitos como piloto.

Cuando Fernando Alonso se esté comiendo las uvas el 31 de diciembre y eche la vista atrás, no podrá olvidar el año 2017. No ha logrado ninguna victoria, ni siquiera se ha acercado, pero habrá cerrado un año en el que habrá rodado con cuatro coches distintos. Además del Toyota y el Ligier, el asturiano recordará este año por su participación en las 500 Millas de Indianápolis con el Honda de Andretti y, por supuesto, con el desastroso McLaren de Fórmula 1. Por eso espera ansioso 2018, cuando podrá cumplir eso que había convertido en su ‘leit motiv’: «Lo mejor está por llegar».