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José Félix Cachorro
Domingo, 23 de julio 2023, 19:32
Un duelo entre muchos, una carrera para atrapar a un líder inesperado y un rebelde que se resistió a ver cómo otros competían por la gloria. Con todo ello se llegó a la última jornada del 151 Abierto Británico, que venía cargado ayer con mares ... de emoción. Antes de la cuarta ronda, el estadounidense Brian Harman mandaba en el torneo con cinco golpes de ventaja (total de -12) sobre su perseguidor y compatriota, Cameron Young. Pese a que ha aguantado el tipo con sobresaliente y ha sacado una ventaja que para sí quisieran los demás, aún existían dudas ayer sobre su capacidad de resistencia, ya que sus números 'en los 'grandes' (segundo en el US Open 2017 y el sexto en el British 2022) no pertenecen a la clase alta del golf.
Por debajo, un grupo de jugadores con nombre, todos ellos a siete golpes de la cabeza, que esperaban la debacle de Harmar: el noruego Viktor Hovland, el francés Antoine Rozner y el austriaco Sepp Straka, que buscaban su primer 'major, además de Jason Day (ganador del Campeonato de la PGA 2015 y segundo en el US Open Abierto en 2011 y 2013, y segundo en Augusta 2011).
Pero el foco de este domingo estaba puesto sobre Jon Rahm, auténtico fenómeno al colocarse en la tercera posición con -6, viniendo desde abajo, gracias a una tercera vuelta en la que batió el récord del Royal Liverpool con 63 golpes y ocho birdies. Fue el animador del torneo a partir del sábado, aunque Harman ya había hecho la gran parte de los deberes.
Rahm salió a rubricar una proeza. Una corbata a un tiro desde 9,3 metros le negó el birdie en el segundo hoyo, pero entonces ya marcaba sus intenciones. En el 4 estuvo a unos centímetros de la disfrutar de la primera sonrisa de la tarde, que sí llegó en la siguiente bandera, un par 5. Salió a una zona sucia y realizó una prolongación corta. El de Barrika se dio vuelta a su gorra y calculó el disparo. Todo le salió como esperaba. Su éxito casi coincidía con el primer bogey de Harman. La emoción subió enteros cuando el americano cayó en un segundo bogey. Rahm le acechaba en ese momento con tres golpes de desventaja.
Pero gran parte de las probabilidades del número 3 mundial se dilapidaron en el hoyo 9 (par 3). Un primer disparo muy desviado convirtió en un castigo inesperado, un inoportuno bogey, el viaje hasta el agujero. Quedaba espacio para la remontada, pero Rahm nunca encontró la inspiración del día anterior en una jornada bajo la lluvia. Además, Harman se levantó de su supuesto desfallecimiento y recuperó la seguridad en su juego.
Tras entrar en la segunda mitad del recorrido, Rahm tuvo que dropar al caer a un extraño orificio que apareció sobre la hierba, y luego lanzó a una zona próxima al público. No recibió daños en ningún caso y en el hoyo 13 (par 3) logró el segundo birdie. Sin tiempo para disfrutar, en el 14 (par 4) tuvo que emplear un golpe más tras escapar del rough con un impacto que resultó demasiado corto. Volvía así al par del campo. Pero el animador del Open pudo despedirse con un tiro genial desde más de 7 metros.
Rahm acaba segundo en el Abierto Británico con -7, su mejor posición en este 'grande', empatado con Tom Kim, Sepp Straka y Jason Day. El estadounidense Brian Harman se proclama ganador tras sumar puntos y resistir durante cuatro días.
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