Rafael Ibáñez se queda fuera del Mundial de kárate de Budapest

«Por mi situación laboral pedí incorporarme por la tarde a la concentración, porque tengo que pedir vacaciones en mi trabajo para poder competir y solo tengo ocho días», explica Rafael Ibáñez, quien cuenta que, después de un intervalo de incertidumbre por no obtener una respuesta definitiva por parte de la federación, le explicaron que prescindían de él por «crear mal ambiente» y «por falta de compromiso», relata el propio karateka. «Son argumentos que no entiendo porque, si no, ¿para qué me preinscribieron? Nadie entiende eso, es incoherente», explica Rafael Ibáñez, quien argumenta que su implicación se demuestra con las posibilidades que ofreció para incorporarse a la concentración y asegurando que es amigo personal de muchos de los otros karatekas convocados.

«Llevo ocho años en la selección, desde los 15 años, tengo amigos en el equipo con los que me he ido de vacaciones, que han dormido en mi casa. Es mentira que yo cree mal ambiente y que tenga falta de compromiso», asegura Rafael Ibáñez.

Como en los próximos juegos olímpicos de París el kárate no está incluido como deporte, el Mundial es el máximo acontecimiento de esta disciplina, por eso Rafael Ibáñez se lamenta de lo sucedido. «Me estoy viendo solo. La federación Andaluza tampoco lo entiende, porque es indefendible. No existen los problemas de los que hablan, tengo pruebas», advierte Rafael Ibáñez, quien entrena doce horas semanales. El director técnico de la selección nacional, José María de Dios, advierte de que, «aunque a nivel nacional es el mejor, Rafael no ha sacado ninguna medalla absoluta a nivel internacional». No obstante, no le cierra la puerta en el futuro. «Si todo va bien, se le tendrá en cuenta. Pero si tiene problemas, hay que organizarse y decir las cosas claras», considera José María de Dios.