Combates con el torso desnudo, pantalones con corte de medio muslo, pies descalzos y guantillas de cuatro onzas en las que los dedos tienen libertad para agarrar. Los contendientes se golpean, realizan llaves con nombres que para el común de los mortales no tienen mucho ... sentido y estrangulamientos desde el suelo con las distintas extremidades. Aproximadamente 15 minutos de lucha cuerpo a cuerpo en la que los cortes en la cara y la sangre son habituales.
«Hay limitaciones para no convertir este deporte en una pelea callejera; no valen los golpes en la garganta, en la columna vertebral, ingle, genitales o parte posterior de la cabeza. Las situaciones de riesgo son innegables, pero los luchadores estamos preparados», explica César Alonso, entrenador y peleador de artes marciales mixtas (conocida frecuentemente por sus siglas en inglés MMA) que divulga sus conocimientos en el canal de redes sociales Tutofighting.
Una pelea entre dos atrae
El experto define el 'boom' de esta disciplina emergente dentro de los deportes de lucha de manera muy gráfica. «Hay algo innato en el ser humano que hace que un combate entre dos personas atraiga, puede haber público en un partido de cualquier deporte, que si dos tíos se empiezan a pelear, tu instinto te hará poner tu atención en ellos. Ese espíritu de ver cómo dos luchadores se miden hasta terminar con el rival, siempre ha estado presente en la humanidad. Es agresivo, no violento. Se respetan unas reglas que lo hacen atractivo».
Se trata del deporte con más crecimiento durante la década entre los años 2010 y 2020, según la consultora Nielsen Sports, y un 'nocaut' lucrativo en el que se cuida con mimo el espectáculo, sobre todo, merced a la expansión de la UFC (Ultimate Fighting Championship), la Champions League de este deporte que en Youtube y redes sociales mueve masas, especialmente entre las nuevas generaciones, que ven en esta disciplina lo más parecido a una escena de acción de cine.
Una primera velada en España
Tal es la popularidad en España, que Dana White, mandamás de la competición, éstá a punto de traerla a nuestro país para una futura velada, aprovechando el tirón de Ilia Topuria -que este 17 de febrero se juega ante el australiano Alexander Volkanovski proclamarse primer campeón español de las artes marciales mixtas en la historia- el regreso del asturiano Joel 'El Fenómeno' Álvarez, instalado en la élite del peso ligero, y la incorporación a la mayor liga de MMA del planeta del valenciano Daniel Bárez. España encaja en el ascenso de este deporte y el Santiago Bernabéu apunta como epicentro idóneo para el espectáculo. El aspirante a futuro campeón del peso pluma señala además al irlandés Conor McGregor, una de las leyendas de la Ultimate Fighting Championship y que lleva casi dos años sin competir, como su rival en el majestuoso estadio madrileño.
El impulso de este deporte precede a la paliza que Ilia Topuria le dio a Josh Emmett a finales de junio, pero ese combate ayudó a situar a España en la élite de la UFC. Nacido en Alemania, criado en Georgia y afincado desde la adolescencia en Alicante, el luchador está haciendo que mucha gente se enganche a un deporte que lo tenía todo para enganchar, pero al que le faltaba un ingrediente, un atleta español.
«Está logrando ser 'mainstream', es el Fernando Alonso de las MMA. Lo tiene todo: está invicto en su carrera como profesional (14-0), domina el márketing, atrae a patrocinadores...», reflexiona Álvaro Colmenero, comentarista de MMA en Eurosport y creador del canal de YouTube 'KOlmenero. De la misma forma que la F-1 tenía su público, el surgimiento de la figura del asturiano lo cambió todo, y Topuria va camino de «marcar una época en el deporte español, no solo en los deportes de contacto, sino a nivel estrella de representación de España».
'El Matador' tuvo un seguimiento masivo en nuestro país en su última pelea, ha conquistado a un gran público a través de la cultura de internet, arrolla en podcast de éxito como el de The Wild Proyect o Nude Project y por eso es ya un habitual en espacios televisivos de primera línea como 'El Hormiguero' y 'La Resistencia'. «He visualizado y me he preparado para este momento desde que empecé en este deporte. Me siento como un ganador, lo más importante es que no me arrepiento de nada ni me arrepentiré, porque he hecho todo lo que está en mis manos», dijo el hispanogeorgiano en el 'Media Day' en Madrid previo a su viaje a Estados Unidos de cara a la pelea por el título.
«Mucha gente me tacha de arrogante, pero no tienen ni idea lo que implica el hecho de estar tan confiado. Son horas y horas de trabajo, sangre, sudor y lágrimas, y de no negociar contigo mismo desde que te levantas. Yo también estoy a veces desmotivado, pero encuentro la fuerza, la confianza. Las medallas se ganan en el entrenamiento, a la competición uno va a recogerlas», espetó confiado el luchador.
Mucho más que sangre y golpes
«Los combates son muy espectaculares, pasan muchas cosas impactantes en un corto periodo de tiempo, y la UFC domina el arte de la publicidad y el 'storytelling' como nadie para enganchar al espectador», apunta Laura Fernández, comentarista de Eurosport y creadora del canal de YouTube ByNilla, que señala que cuando experimentas la visualización de las MMA y pasas a ver un combate de otra cosa, «te falta acción».
Para competir en MMA es necesario tener conocimientos de distintas enseñanzas. «Boxeo, kickboxing y muay thai para las partes de pelea de pie; lucha grecorromana, libre o judo para las partes de derribo, y jiu-jitsu brasileño o grappling para la lucha en el suelo», señala Inés Maesso entrenadora y analista en 'El Club de la UFC' de Eurosport.
El interés por los espectadores es cada vez mayor y las contiendas entre los mejores peleadores son transmitidas en más de 150 países, convirtiéndose en 'trendig topic' mundial en Twitter con suma facilidad.
«El repunte en el interés diría que se trata de un fenómeno multifactorial. No es que golpear esté de moda, ya sea como medida de autoprotección o por la toma de conciencia con el ejercicio físico. Las artes marciales proporcionan valores como el respeto, autodisciplina, paciencia o perseverancia, que una vez recuperados por el individuo, los va a utilizar en otras áreas de su vida más allá del contexto deportivo», sostiene Enric Soler, psicólogo y profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, que ahonda en las bondades de éstas como drenaje de la ansiedad que puede vivir la sociedad actual.
Algo que coincide con Guillermo Fource, presidente de Psicología sin Fronteras, que se despreocupa por la atracción hacia el contacto físico de los jóvenes, ya que estos deportes, de forma controlada, son recomendados por los expertos para «fomentar la inteligencia física y la coordinación motora, además del factor de regular la agresividad, el impulso y la fuerza, siempre trabajada de manera adecuada y consciente». De esta manera lo hace en su escuela de Guadalajara Karla 'Guerrera de Dios' Benítez, quien ha peleado con cuatro campeonas de UFC. «Viene mucha gente que quiere aprender y estar en forma con nuestro estilo de vida. Lo primero que les enseñamos según entran por la puerta es disciplina, valorar las cosas y humildad. Si las consideras salvajes es que no las conoces», apunta la hispano-venezolana, que sintoniza con Diego Ortiz Blanes, autor del libro 'MMA, una historia de éxito', en cuanto a que existe un concepto erróneo de estos luchadores: «En los combates hay mucha caballerosidad».
Pedagogía para entenderlas
Los expertos señalan que la mayoría de la gente no conoce esta disciplina a fondo y, por ignorancia, muchos la denigran. «Hay quien lo ve por el show, pero no investiga las reglas y cree que vale todo. A diferencia del fútbol, es raro ver que después de un combate, los peleadores no se den un abrazo. Entrenamos entre nosotros, y cuando uno tiene que preparar un combate fuera de España, se le ayuda para crecer juntos. Es más que sangre y golpes», reflexiona Maesso, que como Alonso, apunta a la necesidad de hacer «más pedagogía, conocer el funcionamiento de este deporte y entender cómo funcionan los distintos movimientos en la jaula».
Estética y espectacularidad
Las redes, los nuevos formatos de consumo y una audiencia global son las fortalezas de la lucha con respecto al impacto de otros deportes. Además, en torno a los luchadores, se fabrican estrategias de márketing que los convierte en estrella entre su público. «Con una gran promoción y publicidad han conseguido llegar a todo el mundo, especialmente a través de las redes sociales», comenta Ortiz. En esta línea se sitúa Maesso, que indica que antes lo veían los más frikis, cuando en sus inicios se llamó 'Vale Tudo' y ni había categorías ni reglas establecidas. «Fue evolucionando, regulándose con restricciones para acercarse al público y a las comisiones atléticas; se introdujo el octágono donde se lucha, se exportó el producto y se le dio espectáculo a las peleas», explica la luchadora.
En EE UU, Rusia o Brasil son deportes que se ven en abierto como algo normal, mientras que en España los derechos son de Eurosport a través del pago por visión, aunque podemos ver peleas nocturnas en DAZN o Gol TV. En la primera mitad del 2022, la compañía propiedad de Warner Bros registró un crecimiento de +267% en usuarios únicos en España, con respecto a 2021, tras incorporar los deportes de contacto a su oferta de contenidos digitales.
«La estética, la novedad de la espectacularidad, así como la rapidez de los combates te atrapan. Internet es el arma más potente para colocar algo como tendencia, y estos juegos de todos contra todos a la americana es una de las claves», apunta Fource, que junto al resto de expertos indica que hay pocas dudas de que al son de los nuevos tiempos, los deportes que giren en torno al entretenimiento tienen mayor posibilidad de visualización. Las generaciones nuevas quieren cambios, no aguantan disciplinas largas y atienden más a las redes, canales alternativos o multipantallas.
El ejemplo de esto está en el éxito de la Kings League del fútbol así como otros acontecimientos pugilísticos promocionados por streamers como Ibai Llanos o Jordi Wild. Este último al estilo de la película el 'Club de la lucha'. «Peleé con dos personas a la vez en el Dogfight Wild Tournament, y en internet tuvo más impacto que cualquier pelea normal que hubiera hecho de MMA», reconoce Alonso. Que el foco está puesto en estos espectáculos es evidente.
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