A rey muerto, rey puesto. La semana pasada Tom Brady anunciaba su retirada «definitiva» a los 45 años y solo unas horas antes Patrick Mahomes ya se había clasificado para disputar su tercera Super Bowl haciendo una exhibición. Y lo hizo con un esguince de ... tobillo que hubiera impedido jugar a cualquier otro, cojeando después de cada pequeña carrera, haciendo ostensibles gestos de dolor que, en lugar de preocupar a su hinchada, la enardecían. Haciendo jugadas increíbles, dando pases milimétricos, liderando a su equipo, los Kansas City Chiefs, como solo lo hace un héroe. Dando espectáculo.
Tiene el fútbol americano en este texano de 27 años, de vida discreta, casado con su novia del instituto y padre ya de dos hijos, a un líder para al menos una década, si las lesiones le respetan. Un espectáculo en el campo, un exorcista del fútbol de ataque, directo y poderoso. Un quaterback capaz de correr como un runnig back y, a la vez, de materializar pases inverosímiles.
Es la cara opuesta del más grande de todos los tiempos, Tom Brady, que acaba de 'jubilarse' después de 20 años de reinado en la liga gracias a su cabeza privilegiada, a su capacidad de analizar la defensa rival y encontrar el hueco para desarbolarla. Con precisión y brazo, pero con nula exhibición física. Tres o cinco pasos para atrás y poco más. Así se ha convertido en el más laureado de todos los tiempos, con siete títulos (6 con los New England Patriots y 1 con los Tampa Bay Buccaneers) y en el recordman de casi todas las estadísticas posibles en un deporte que hace del dato una de sus señas de identidad. Cabeza en el campo y glamour fuera de él. Casado con la modelo brasileña Gisele Bundchen, hasta que ésta hace unos meses se cansó de esperar a que dejara la alta competición y se retirara.
Y sobre todo, horma del zapato del que va a ser su sucesor en los próximos años. Porque Patrick Mahomes tiene a estas alturas menos títulos de los que debería por culpa de Tom Brady, que al mando de los Patriots le ganó contra pronóstico en la semifinal de 2019 y, también de forma inesperada, pero clara, le arrebató la Super Bowl de 2021, esta vez como líder de los Tampa Bay Buccaneers. Un 'muro' para Mahomes que ya ha desaparecido de la liga y al que a partir de ahora sólo verá en la grada, donde actuará como comentarista de la cadena Fox durante los próximos diez años por 375 millones de dólares, más de lo que ganaba sobre los terrenos de juego.
A Patrick Mahomes los Kansas City Chiefs le han firmado un contrato de 503 millones por 12 temporadas, pero previsiblemente se lo mejorarán según vayan cayendo los títulos. Le tuvieron que dar ese dineral a todo correr en cuanto descubrieron que ese quaterback elegido en el número 10 del draft se iba a convertir en su jugador franquicia, algo por lo que no todo el mundo apostaba porque Mahomes no decidió dedicarse en exclusiva al fútbol americano hasta los veinte años.
Durante su etapa en la escuela secundaria en la Whitehouse High School de Texas, destacó también en béisbol y baloncesto, e incluso los Detroit Tigers lo eligieron en el draft para las Grandes Ligas de béisbol tratando de continuar el legado de su padre, un lanzador con más de 10 temporadas en la MLB. Pero al final optó por ingresar en la universidad Texas Tech, que le permitía seguir progresando en béisbol y fútbol americano.
Sus dos primeras campañas universitarias las desarrolló en paralelo, hasta que en 2016, con 20 años ya cumplidos, anunció que se iba a dedicar al fútbol americano. Hizo una gran temporada y renunció a su último año universitario para ingresar directamente en la NFL. Su carrera ha sido meteórica. Tras un primer año aprendiendo desde el banquillo, ha liderado al equipo las siguientes cinco temporadas al menos hasta las semifinales. Ha ganado una Super Bowl, ha perdido otra y se enfrenta esta noche a la tercera. Ha sido además MVP de una temporada regular y en algunos momentos llegó a vender más camisetas que el propio Brady.
Una vida tranquila
¿Y su vida personal? ¿Y el glamour? Kansas no es Nueva York, Los Ángeles o San Francisco. Es una ciudad tranquila, que se adapta perfectamente a su personalidad fuera de los estadios. No se sabe si es una leyenda urbana, pero se cuenta que Patrick Mahomes salió una noche con su mujer a cenar a una pizzería cerca de su casa, y ningún cliente se acercó para sacarse un selfie o pedir un autógrafo, pese a advertir su presencia. Cuando se estaba marchando, desde la puerta, agradeció el gesto. «Gracias por dejarnos disfrutar de la cena. Por esto me gusta esta ciudad. Son increíbles», dijo supuestamente. Había dejado pagada la cuenta de todos los comensales.
La única polémica que se le conoce saltó cuando se filtró un vídeo en el que estaba mostrando todo su talento para el baloncesto con un grupo de amigos. Alarmado por unas piruetas dignas de Michael Jordan, el manager general de los Chiefs le prohibió volver a pisar una cancha de basket, pero todo dentro de un tono muy cordial. «Estuvo en la oficina y bromeamos al respecto. Me contó que estaba haciendo unos tiros y de pronto se convirtió en un giro y fintas. No tiene ese filtro en su mente para simplemente divertirse y no comportarse de forma tan competitiva», comentó el directivo de Kansas City.
El mismo que espera que esta noche les conduzca hasta la conquista de la Super Bowl. La tercera de la franquicia, la segunda de la 'era Mahomes'.
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