El deporte riojano se jugará con público, hasta un 50% del aforo

Hasta este martes, las instalaciones podían coger público siempre y cuando se garantizase «una distancia interpersonal de seguridad de 1,5 metros, se utilice mascarilla, los asistentes permanezcan sentados y no se supere el 50% del aforo permitido», amén de cumplir con el protocolo para combatir el COVID-19. Por poner un ejemplo, en el caso del Palacio o de Las Gaunas, se debía dejar 1,5 metros entre cada espectador que se sentase en la misma fila, pero además, también por delante y por detrás. Es decir, que una fila con espectadores tenía por delante y por detrás otra vacía, con lo que ya se reducía el aforo a un 33% sólo con esa medida. Y a ello se añadía el 1,5 metros. Más o menos, un 15% del total.

En la publicación de este martes se matiza esta primera normativa. «No obstante, para aquellos eventos deportivos con características particulares, en atención al extraordinario interés social de la actividad, podrá autorizarse por la Dirección General de Deporte, previo informe favorable de la Dirección General de Salud Pública, Consumo y Cuidados, completar el 50% del aforo de la instalación, siempre que los organizadores de los eventos faciliten a los espectadores mascarillas tipo FFP2, reduciendo así la distancia de seguridad al espacio ocupado por una localidad», se apunta en el BOR.

Esta decisión parece fundamental para la supervivencia de los clubes riojanos, pues les abre una de las vías de financiación. En el caso de los más modestos, la más importante. Y no sólo para ellos. Baiko y Aspe ya trabajan con mayor intensidad en la feria de San Mateo, que se planifica sobre tres fechas frente a las diez tradicionales. Los clubes podrían abrir así sus campañas de abonados, teniendo presente que sólo pueden ocupar la mitad de sus butacas.

¿Y cuál es el precio? Todos los asistentes a un espectáculo deportivo deberán usar mascarillas FFP2 (te proteges del contagio propio y no contagias). Y esas mascascarillas las debe entregar el club organizador del evento a la entrada al recinto. Por supuesto, se mantienen el resto de medidas, caso de lavarse las manos con hidrogel, planchas para los zapatos, etc.

Otro ejemplo. El Balonmano Logroño regresa este miércoles a la competición oficial y lo hace con la posibilidad de jugar ante el Nava con 566 aficionados en un recinto que roza las 4.000 butacas (3.809 según datos del Gobierno de La Rioja). Con esta variante, podrían asistir 1.900.

La medida afecta al cien por cien a todos aquellos clubes que no son profesionales. Es decir, a todos menos a la UD Logroñés. Esto significa que EDF Logroño, SD Logroñés, Calahorra, Haro, Balonmano Logroño, Promete, Clavijo, Sporting o Haro podrán desarrollar una campaña de abonados y jugar con público en las gradas. Al menos, en lo que concierne al Gobierno de La Rioja, que es la autoridad en este sentido en la Comunidad Autónoma. Al final, y aunque está vinculada la decisión a la Dirección General de Deporte, la ultima palabra la tiene Sanidad.

El caso de la UD Logroñés es totalmente diferente, ya que se rige por lo que apunte el Gobierno de España y no el autonómico. Que haya público en sus partidos o no dependerá de las decisiones que se tomen en La Liga y, primero, del ejecutivo que preside Pedro Sánchez.