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Iván Orio
Enviado especial. Augusta
Sábado, 8 de abril 2023, 12:58
La lluvia ha obligado a la organización a tomar la decisión de suspender la tercera jornada del Augusta National. La gran cantidad de agua caída ha encharcado los greenes y la bola no corría en las condiciones necesarias. En principio, el torneo se reanudará mañana ... a la espera de ver si es posible completar los partidos que han quedado pendientes de hoy, así como los de la última y defitiva jornada. De no ser así, la cita se ampliará un día más y el ganador de la chaqueta verde se conocerá el lunes.
La sesión sabatina ha tenido de todo para Jon Rahm. El de barrika ha arrancado la tercera jornada del Master desde el tee del 1 en el partido estelar que compartía con el líder, Brooks Koepka, y con el golfista amateur Sam Bennett, sin duda una de las sensaciones del torneo. Lo hacía sólo dos horas y media después de completar los nueve hoyos que le restaban de la vuelta del viernes, cuando el juego se suspendió por el riesgo de tormentas eléctricas y la caída de tres árboles arrancados de cuajo por el viento.
Ha partido a dos golpes del líder, Koepka, después de superar con brillantez una mañana infernal de frío y lluvia y aclimatarse a un campo pesado y castigado por el agua. El cara a cara para conocer quién se llevará el primer Grande de la temporada está servido, aunque ha quedado aplazado por unas horas.
En el primer hoyo del recorrido tanto el norteamericano como el vizcaíno lograron el par, mientras que en el segundo Rahm sumó un birdie y el de Florida, que se ha mostrado muy sólido en su juego, respondió sin pestañear. El de Barrika tuvo la posibilidad incluso de eagle con un putt asumible pero no acertó. En la cuarta bandera, los dos se fueron al búnker de salida pero, mientras el vizcaíno no pudo evitar el bogey, su rival salvó los muebles logrando el par.
Las cosas se complocaron aún más en la quinta bandera con el segundo bogey consecutivo del vizcaíno que le alejó a cuatro golpes del norteamericano. La batalla continúó bajo una lluvia que arreciaba por momentos dificultanto bastante la labor de los golfistas. Rahm, que firmó el par en el seis, no pudo recortar la desventaja como era su objetivo y cuando parecía que podía hacerlo en el siete -el de Florida se fue al bosque de salida- la prueba quedó suspendida. Toca remontar ante un Koepka que no muestra fisuras.
Con anterioridad al inicio de la tercera jornada, Jon Rahm había desatado su propia tormenta en el Augusta National. Bajo una lluvia persistente y por momentos intensa y con el campo pesado y castigado por el agua, el jugador número tres del ránking mundial volvió a sacar a relucir un golf excelso para dejar claro a sus contrincantes que quiere enfundarse por primera vez la chaqueta verde y seguir la estela de Severiano Ballesteros, José María Olazabal y Sergio García.
Camaleónico en su adaptación a unas condiciones hostiles que amenazaban con emborronar su tarjeta, el vizcaíno convirtió los palos en herramientas de precisión en los nueve hoyos que le quedaban para completar la segunda jornada, suspendida el viernes por el riesgo de tormentas eléctricas y la caída de tres árboles. Salvó de entrada su delicado compromiso en la bandera del 10 y a partir de ahí se soltó ante un público entregado.
Al frío -las temperaturas se desplomaron más de veinte grados en este rincón de Georgia- se sumó una lluvia pertinaz que incomodó sobremanera a los jugadores, además de ablandar el campo y frenar los greenes. Todos los profesionales que sufrieron el parón acudieron exactamente al mismo punto en el que tuvieron que guardar la bolsa de palos el día anterior. Jon Rahm, de los pocos que con un transitorio menos nueve parecía aguantar el tirón del estadounidense contratado por el golf saudí, transitaba por la bandera número diez, un complicado par cuatro.
El vizcaíno, que ocupa la tercera posición del ranking mundial, estaba ya en el green y afrontaba una delicada situación para salvar el par con dos putts. El problema es que llegó a las proximidades de las banderas con calor y con el verde seco y tuvo que ejecutar hoy estos golpes sobre una hierba mojada. Sin embargo, el de Barrika se ha amoldado a la perfección a las nuevas condiciones. Arrancó el hoyo diez y once con par para ir después claramente a más. Tanto que logró un birdie en el 12, uno de sus hoyos malditos hasta la fecha.
Una vez superado el Amen Corner de Augusta -banderas 11, 12 y 13-, se colocó con menos diez, a dos golpes del líder. Rahm se ha mostrado muy seguro en su juego. Tras cerrar el 14 también a la par, logró un nuevo birdie en el quince que le situó a un solo golpe de Koepka a falta de tres hoyos para finalizar la segunda jornada. Pese al bogey posterior en la bandera 16, un par tres, que le alejaba de nuevo a dos del norteamericano, Rahm se ha sobrepuesto y ha cosechado otro birdie en el 17 provocando el rugido de los aficionados que seguían el recorrido bajo una intensa lluvia. Por desgracia volvió a cometer bogey en el último y cierra el día con una tarjeta de 69 golpes.
Su actuación tuvo gran mérito teniendo en cuenta que el frío y la lluvia provocan que la bola tenga como mínimo unos quince metros menos de vuelo que el viernes.
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