Asier Martínez alimenta las esperanzas sobre las vallas

En la primera ronda de los 110 metros vallas, el pupilo de François Beoringyan mostró ese desparpajo que le permite correr relajado en las mejores citas, y ayudado por un tropezón del estadounidense Daniel Roberts, se ha llevado la victoria con 13.37 y un 'rush' final que deja muy buenas sensaciones de cara a las semifinales. Junto a él se ganó la clasificación por tiempos Enrique Llopis, quinto en la cuarta serie con 13:58.

También dejaron muy buenas sensaciones las dos representantes españolas en los 3.000 metros obstáculos. Irene Sánchez Escribano y Carolina Robles lograron marcas personales, pero a pesar de todo no lograron clasificarse para una final de muchísimo nivel. La toledana Sánchez Escribano fue décima con 9:23.94, la segunda mejor marca española de todos los tiempos, mientras Carolina Robles fue novena con 9:28.24, quinta marca del ránking nacional.

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La final de los 10.000 metros femeninos dio a la etíope Letesenbet Gidey el premio de un gran título que hasta Eugene se le había resistido. Plusmarquista mundial de 5.000, 10.000 y medio maratón, nunca había sido ni campeona mundial ni olímpica en la pista, pero se trabajó a fondo un título que la confirma como la mejor fondista, con permiso de una Sifan Hassan que pagó cara su falta de inactividad tras su maratón de pruebas en Tokio. Gidey, protagonista habitual de grandes marcas en Valencia –allí ha batido el récord del mundo de los 15 kilómetros y medio maratón y avisa del intento de maratón en diciembre–, necesitaba ese oro después de haber sido plata en Doha y bronce olímpica en Tokio.

Tuvo que resolver una final donde a falta de 400 metros había hasta seis candidatas al título. Y lo hizo en unos metros finales agónicos para hacer la mejor marca mundial del año (30.09.94). Tras ella, las kenianas Obiri (30:10.02) y Kipkemboi (30:10.07), mientras que cuarta fue Sifan Hassan (30:10.56).

Gidey procede de la región de Tigray, inmersa en una guerra civil contra el gobierno de Etiopía, un conflicto que ha marcado su vida personal. La fondista llegó a tener problemas para salir de Mekele, la capital de Tigray donde vivía desde los 15 años y se quedó sin competir en 2020 en el medio maratón de Valencia, a causa de esas dificultades. Tuvo que huir para afrontar una vida profesional que desde hace dos temporadas le está dando grandes satisfacciones. Quedaba la guinda de un título, que llegó en el Mundial de Eugene.