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Diego Marín A.
Lunes, 12 de diciembre 2016, 10:40
Comenzaba el segundo set del partido entre el Haro Rioja Voley y el Gran Canaria el pasado sábado en el polideportivo El Ferial cuando una acción del juego provocó un susto y, por suerte, al final sólo una anécdota. El Haro ganaba por un set ... a cero y se adelantaba 2-1 en el marcador del segundo parcial. María Figueroa sacó después de haber anotado un tanto directo con su servicio, pero esta vez la recepción canaria sí funcionó y la colocadora Nardi pudo ofrecer un buen balón a su compañera Manzano, que remató por el ala derecha de la cancha. La bola la intentó defender la líbero riojana Patricia Llabrés, pero no acertó a controlarla. El balón salió disparado y las azules Brun y Schlegel se lanzaron a intentar rescatarlo, con la mala fortuna de que golpeó en un foco y rompió la pantalla que protege la bombilla.
Una lluvia de cristales y el plafón del foco cayó sobre la cancha, muy cerca de las jugadoras del Haro y del juez de línea, el también riojano Ángel Díaz. «No me había pasado nunca y es el lugar donde entrenamos a diario y jugamos una semana sí y otra no. Es bastante peligroso, deberíamos asegurarnos de que no puede volver a pasar. Afortunadamente, sólo quedó en un susto, pero es algo a tener en cuenta», advierte la capitana del Haro, María Schlegel. El juego se paró de inmediato, aunque el tanto valió (supuso el 2-2 del segundo set puesto que cuando el balón toca un elemento ajeno a la cancha, sea el poste de la red, una pared o el techo hacer perder el punto al último equipo que lo golpeó). Fue un susto porque todo el público, unos 300 espectadores, pudo ver cómo los restos del foco cayeron sobre la pista, cómo la pantalla cayó estallando en múltiples cristales. Pero, por fortuna, aunque lo sucedido fue espectacular, no hubo daños personales, sólo materiales y, tras limpiar la cancha, el partido continuó sin problemas, a pesar del susto. En la tarea de limpieza, eso sí, además de los operarios del polideportivo, colaboraron el segundo entrenador del Haro, Alberto Avellaneda, e, incluso alguna jugadora jarrera.
No es la primera vez que se rompe la pantalla de un foco de El Ferial, anteriormente el Haro Rioja Voley también destrozó otro, aunque fue a puerta cerrada, durante un entrenamiento. El suceso ha vuelto a reabrir el debate sobre la necesidad de un nuevo polideportivo en Haro. El equipo de voleibol juega en Superliga desde hace ocho temporadas con un permiso especial de la Real Federación Española de Voleibol puesto que su pabellón cuenta con un techo más bajo de lo habitual, algo que a muchos equipos visitantes le hace perder algunos puntos en recepción y defensa al tocar los balones en el techo. En otras ocasiones el polideportivo El Ferial también ha sufrido goteras. Incluso en primavera, cuando se alarga la temporada hasta el play off, el sol molesta en un lado de la cancha y los ventanales han tenido que ser cubiertos alguna vez con cartón para que las jugadoras puedan ver bien, sin que la luz natural moleste dentro del recinto. Haro cuenta con un proyecto de nuevo polideportivo que no se ha ejecutado, pero lo cierto es que el viejo El Ferial comienza a necesitar un relevo, sobre todo albergando a un equipo de la categoría del Haro, campeón de Superliga y doble ganador de la Copa de la Reina.
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