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Diego Marín A.
Miércoles, 20 de abril 2016, 12:52
Spiderman ha participado en la II Rioja Ultratrail. Y es el segundo año que lo hace. Suena categórico e imposible, pero es verdad. Al menos en parte. También completó la II Maratón Adidas Ciudad de Logroño. En realidad es un corredor que ha realizado las ... tres etapas de la prueba, con sus más de 81 kilómetros de montaña, disfrazado de Spiderman. Como superhéroe su tiempo y posición resulta discreta, 9.32.39 horas en total, el 72º; aunque como humano se ha superado a sí mismo mejorado su marca anterior: 9.57.06 horas, en parte porque este año el recorrido de la tercera jornada tuvo que ser modificado y acortado por la nieve acumulada en la Sierra de la Demanda.
El corredor misterioso se llama Abel Fernández Mendivil (Spiderabel en el mundo atlético popular), y aunque en realidad tiene aspecto de noruego es de Amurrio (Álava). Tiene 36 años y en su faceta civil trabaja en una fábrica de tubos. Forma parte de los equipos Amurrio Trail y del Atletismo Oinkariak y pretende completar nada menos que su maratón número 50 disfrazado de Spiderman el próximo 15 de mayo en el Martín Fiz de Vitoria. Eso sí, sus récords personales son, si no de superhéroe, de un digno atleta popular: 3.39 horas en maratón y 1.30 horas en media maratón, pero disfrazado, que tiene más mérito. Porque el traje de Spiderman, en lugar de superpoderes, parece otorgar incomodidades, aunque Abel Fernández no lo ve tan negativo. «No es incómodo, por debajo me pongo un mono para evitar rozaduras», explica. La mayoría se pregunta cómo respira: «Antes me subía un poco la escafandra, pero ya nada, sólo un poco y en los avituallamientos. Al final es algo de cabeza y yo voy muy concentrado y disfruto». Y añade: «Ahora llevo reloj, antes ni eso». Pero también existe una razón dermatológica, y es que este estrafalario corredor confiesa que es muy pálido de piel y la capucha también le protege del sol.
La principal ventaja es que «todo el mundo te anima, yo no conozco a nadie pero todo el mundo conoce a Spiderman y me aplauden, me animan y eso te da fuerzas». Sobre todo, los que alucinan son los niños entre el público: «Todos quieren chocar mi mano». Por supuesto, todo empezó como una broma. «Entre risas, un día poteando por Bilbao con mis amigos vimos que había una carrera de 10 kilómetros al día siguiente y dijimos: A que nadie se atreve». Y Abel se atrevió, entró a una tienda de disfraces, buscó uno cuyo corte le quedara bien y que no diera calor y el idóneo, al parecer, fue el de Spiderman. El resultado fue «sensacional»: «No hay un instante en que no te anime alguien y también, así, muestras otro concepto del deporte a los niños».
«Tiene mérito»
Lo que sí es cierto es que Spiderabel pone una nota de humor a las carreras. En la tercera etapa de la II Rioja Ultratrail incluso empezó tirando, adelantando durante los primeros metros al campeón del mundo de ultratrail, Luis Alberto Hernando. Eso sí, en la línea de salida avisó a los atletas que luchaban por la general de lo que iba a hacer, advirtiendo que no deseaba romper la carrera sino darse el gustazo de liderar la prueba durante un kilómetro, aunque fuese el primero. «Tiene mérito acabar una prueba así, con ese atuendo. Con el bochorno que hacía en la última etapa me acordé de él más de una vez», reconoce el calceatense Ángel Martínez Riaño, quinto en la clasificación general. El najerino Óscar Barriuso, que fue cuarto y ha visto a Spiderabel en muchas otras carreras, explica que «siempre va disfrazado, sea verano o invierno, por montaña o asfalto; no he hablado nunca con él pero anima las carreras».
Todo corredor tiene su orgullo y ser superado en competición lo hiere. Si te adelanta Spiderman pueden ocurrir dos cosas, que pienses que es una alucinación fruto del esfuerzo extremo o que te hundas al percatarte que es un tipo disfrazado, ¿un friki? «En maratón, adelantar a alguien es un mazazo, sobre todo si hace calor. Los señores mayores me piden que no les adelante para que no les vean sus nietos», confiesa Spiderabel, pero, en general, señala que «a la gente le hace gracia verme». Al logroñés Diego Abad, miembro de la asociación riojana Corre Que Te Pillo, lo adelantó en el último kilómetro de la segunda etapa de la II Rioja Ultratrail, que transcurrió entre San Román y Enciso. «Íbamos andando, yo acompañando a un compañero lesionado, y le animamos diciéndole: ¡Venga, que no queda nada!», recuerda Abad, y añade: «Correr así me parece impresionante. Una carrera como la Rioja Ultratrail de verdad es para superhéroes». Además, Spiderabel siempre guarda fuerzas para la recta final porque, asegura, «en todas las carreras llego a meta esprintando a muerte».
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