Melani Costa agarra el último clavo de la piscina

Costa logró parar el cronómetro en 4:00.76 gracias a su control del tiempo y entonces explotó su alegría. «Pensaba que reventaba, no me lo creía», concedió al salir de la piscina. La sonrisa invadió toda la instalación de Sabadell y al fin descargó su estrés. «No es una marca increíble. Visto lo visto cómo tenía los nervios a flor de piel es un gran éxito y una barrera superada. He estado toda la semana muy tensa y no me salía nada. Pensaba que casi lo tenía todo perdido y han sido mis entrenadores los que me han convencido de que siguiera luchando. No me he quitado un peso de encima, sino una tonelada», reconoció la balear. Su preparación había sido turbulenta, con una ruptura sentimental en verano amplificada por la prensa del corazón con Cayetano Martínez de Irujo que además empujó a la nadadora a cambiar sus entrenamientos en Madrid por la preparación en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat. La deportista, campeona del mundo en 400 de estilo libre en piscina de 25 metros y subcampeona en piscina olímpica en 2013, decidió entonces que Río de Janeiro sería su oportunidad.

Durante las competiciones en el Open de Primavera en Sabadell había extraviado su sonrisa y emanaba ansiedad por la meta. Finalmente su prueba estrella sirvió para liberarse y apuntarse como una de las nadadoras que viajarán a los Juegos Olímpicos. «No es lo mejor que me podía haber pasado, pero es lo importante, y al final un deportista lo que tiene que luchar es por cada meta y ahora la siguiente es más grande todavía. Ya sé por qué no he fallado y por qué no he llegado a mi máximo», confió al salir de la piscina. En la misma especialidad se espera que Mireia Belmonte acompañe a la balear si el comité técnico español convalida la mínima lograda por la catalana en una prueba anterior (Marsella).

Melani Costa unió su felicidad a la de otra habitual, Jessica Vall. La nadadora y licencia en Biomedicina alcanzó su segundo pasaporte olímpico (el primer día sacó su pase en los 100 metros) en su prueba estrella, los 200 metros braza. Con un tiempo de 2.24.45 la que fuera bronce mundial en la prueba, firmó la marca necesaria en la mañana. «No me lo esperaba porque pensaba que me encontraría peor, porque era un cambio de técnica después de los (50 metros) braza de ayer», indicó en referencia a la otra opción que había intentado para ser olímpica. En la final vespertina refrendó su derecho con el oro en su distancia favorita. «Me ilusiona mucho saber que puedo estar en unos Juegos Olímpicos. Aún no he asimilado eso y estos días cuando me recupere mentalmente espero que lo pueda celebrar», explicó son su habitual algría. «Me siento confiada en que vamos por buen camino y con muchas cosas que se pueden mejorar», avanzó la siempre prudente catalana.

Además, Miguel Durán consiguió la mínima en la jornada matinal y estableció un nuevo récord de España (3:48.96) en los 400 metros estilo libre. El extremeño consiguió ganar la final y alcanzar un puesto para los Juegos Olímpicos.