Las aguas de la sincronizada se enturbian todavía más

«Hace días que Ona se ha borrado. Ese es el problema. No sólo es en esta competición. Y hace días que le permiten borrarse», acusó la preparadora que en 2012 fue despedida como responsable del equipo de manera improcedente según una sentencia judicial. Como apoyo acudió Thaïs Henríquez, doble medallista olímpica ya retirada, quien acusó a las actuales entrenadoras de destrozar «todo» el legado de las anteriores. «No deberían pasar desapercibidas las repentinas retiradas de cuatro de las componentes que formaron parte del equipo olímpico español de Londres 2012, menos de un año después de la incorporación del nuevo cuerpo técnico», disparó la canaria.

Tarrés culpó especialmente a las nuevas. «Por el equipo técnico no me da nada de pena. Por Fernando Carpena, cero pena. Ana Montero y Esther Jaumà tampoco me dan pena porque han sido gente arrogante, que han menospreciado nuestro trabajo, que no han querido saber nada de nosotros y que nos han machacado públicamente. Esa vanidad y ese odio hacia nosotros ahora se les ha vuelto en contra», aseguró en el programa de Onda Cero Al primer toque. Después, la catalana a la que se acusó de prácticas demasiado duras durante su época de entrenadora, retuiteó en su cuenta a todo aquel que se había hecho eco de sus palabras.

Ante el aluvión de críticas, Ona Carbonell y Gemma Mengual respondieron a los dardos de Tarrés. «Yo no me he borrado, acato las indicaciones del equipo técnico, como cualquier corrección de los entrenadores. Mi objetivo está claro. Siempre me centré en mí y soy muy profesional. La gente que quiere descentrar, que hagan lo que quieran», explicó la primera. «Hace tiempo que las palabras de esta mujer no me interesan. Se mueve por el rencor, la rabia y la frustración. Me entran por un lado y me salen por el otro», continuó su compañera.

Críticas que llegan

A pesar de los comentarios de Mengual, las palabras de Tarrés sí afectan al grupo español. De hecho, durante los Mundiales de Kazán celebrados en el verano de 2015 el equipo técnico intentó que Carbonell no leyera las críticas que la anterior entrenadora lanzó en el mismo día en que a líder española debía competir. Pero la difusión a través de las redes sociales fue tan extensa que la tarea resultó imposible, aunque la capitana logró una medalla de plata y una de bronce. Los cruces en los pasillos de las instalaciones rusas cruzaban miradas frías y desdén. Pero el equipo había cambiado. La seleccionadora Jaumà apostó por cambios y una mayor preparación física. Montero, directora técnica, avisó del cambio de la reglamentación hacia una natación sincronizada más técnica. El grupo terminó en un quinto puesto que presagiaba su resultado preolímpico.

Este martes Tarrés ha vuelto a revolver las aguas y acusa a Jaumà y Montero de premisivas y de haber desterrado la tradicional innovación española mientras ella sitúa a Ucrania en puestos de podio olímpico. «Hace días que Ona desapareció. Decidió que se tomaba un descanso activo haciendo sólo lo individual. A tan poco tiempo de la cita olímpica no estar con el equipo es difícil. Se crea un tsunami importante, y se construye ella su carrera con un solo y su dúo, y dejando de lado lo otro. No me parece una decisión acertada», analizó. De su época dorada sólo se mantiene el dúo estrella porque en el camino se marcharon Andrea Fuentes, Margalida Crespí y Thaïs Herníquez, además de la entrenadora Mayuko Fujiki, fundamental después en los éxitos de Japón y China. «La sincro es Gemma, la cara visible de este deporte. Creo que se está borrando del mapa al futuro de la sincro. O nos definimos si somos técnicos y coreógrafos, o somos nadadores. Los Juegos son algo muy serio y no se trata de ir a bailar o hacerlo lo mejor posible», envió como nueva crítica Tarrés.

«Atreverse a decir que Ona Carbonell e ha borrado de la competición, cuando ha competido en condiciones físicas que realmente no sabemos ni cómo se ha podido estar en el agua con vértigos y mareos, y que la hemos tenido que llevar al hospital tras la prueba del sábado porque perdía la orientación... la verdad es que uno se muerde la lengua para no ponerse al mismo nivel», argumentó Carpena. «Me han educado para respetar al rival y lo seguiré haciendo aunque no todos sean capaces de hacer lo mismo. Lo más triste de todo es que quien más se regocije con la situación sea a quienes tenemos en casa. Es muy fácil conseguir resultados con un equipo que está en la cresta de la ola, ¿verdad? Lo difícil es romper con una dinámica negativa», se defiende Jaumà en una carta. «Orgullosa de este equipo técnico y de las nadadoras, a pesar de que haya gente que pretenda aprovecharse de la situación», tuiteó la veterana Mengual, ahora también entrenadora. Lejos de alejarse del fango de la piscina, la leyenda de la sincronizada respondió directamente a Tarrés al llegar a Barcelona: «Nunca dije nada suyo hasta que comenzó a meterse conmigo». ¿Saborea su antigua entrenadora la venganza ahora? Mengual descarga: «Por eso lo dice. Saca veneno».