Ismael Esteban, con su bicicleta al hombro, corre mientras Agustín Navarro le espera para no superarle.
Ciclocross

Ejemplo de 'fair play' en Santander

Agustín Navarro decidió no superar a Ismael Esteban, que fue primero durante toda la prueba y se veía obligado a acabar con la bicicleta al hombro los últimos metros

colpisa

Jueves, 10 de diciembre 2015, 14:09

Pocas veces se ven imágenes así. En un mundo como el del deporte en el que la competitividad y ganar como sea es para muchos lo más importante, esta vez se demostró que para triunfar no hace falta una victoria ni quedar un puesto por ... encima. En el XV Gran Premio Santa Barbara de ciclocross, disputado en Puente Viesgo, Agustín Navarro decidió no superar a Ismael Esteban, que acabó con la bicicleta al hombro tras una carrera llena de adversidades, tal y como informa El Diario Montañés.

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Esteban lideraba la prueba cuando una avería provocó que Kevin Suárez se colocase primero. Después, otro contratiempo le obligó a detenerse de nuevo y Óscar Pujol le dejó en tercera posición. Y por si fuera poco, cuando se acercaba al final, una nueva complicación en su bicicleta acabó provocando que se colgara su montura al hombro para finalizar la carrera a pie. Cuando Ismael Esteban vio a su colega cuesta arriba, avanzando a duras penas, prefirió no rebasarle. No solo eso, sino que le acompañó durante esos últimos 300 metros animando al poco afortunado Ismael Esteban. «Vamos, que llega el quinto. Venga, vamos», gritaba Navarro mientras el público ovacionaba el buen gesto del asturiano.

«No era justo adelantarle», declaró en la meta Navarro, que prefirió acompañar a su compañero en su calvario particular en vez de conseguir el tercer puesto del cajón en Puente Viesgo. Como era de esperar, Esteban quiso devolverle el gesto en el momento del podio, pero también como era previsible, Navarro declinó la proposición para poner el punto final a una historia de deportividad y compañerismo difícil de ver hoy en día en un mundo tan competitivo como el del deporte. Un claro ejemplo de que muchas veces una victoria moral puede superar al triunfo deportivo.

Más información en El Diario Montañes

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