V. S.
Domingo, 7 de septiembre 2014, 09:28
Natación, ciclismo y atletismo. E ilusión, muchísima ilusión. El Triatlón Ciudad de Logroño quiso dar su particular pistoletazo de salida ayer con una prueba corta en recorrido pero enorme en su significado. Los más jóvenes, las promesas del futuro, tomaron el entorno de La Grajera ... para ponerse a prueba.
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Medio centenar de valientes se lanzaron a las aguas del pantano para disfrutar de una especialidad que cada vez cuenta con más practicantes (y más jóvenes). Cada uno se lo tomó como quiso. Los más competitivos salieron disparados desde el principio para, tras un breve paso por el agua de 50 metros, subirse a la bicicleta para rodar 3,8 kilómetros y acabar con una carrera de 500 metros. La vasca Zuriñe de la Fuente fue la ganadora tras una espectacular carrera. Tras ella, la asturiana Alba Samalea, mientras que el podio lo cerró David Macario. Pero tal vez lo menos importante eran los resultados de este medio centenar de valientes.
Ayer, todo era disfrutar de un entorno privilegiado y de la camaradería. Las familias, muchas de ellas con el virus del triatlón en sus venas, animaban a los pequeños a la espera de que hoy sean los padres los encargados de darlo todo en otra cita histórica.
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