Las deudas estrangulan a la 'clase media'

En la segunda categoría del fútbol español los esfuerzos y las urgencias ante la grave situación económica que atraviesan dos clubes cercanos a un siglo de vida se centran durante estos días en Zaragoza y Pamplona, aunque Osasuna vislumbra ahora el futuro con más esperanza tras los malos presagios del pasado mes. En la élite del baloncesto tampoco está ya el Bilbao Basket, uno de los exponentes del estallido de la burbuja en el mundo de la canasta, que ya no jugará la próxima temporada en la Liga ACB y cuya exclusión dejó este viernes la competición reducida a 17 equipos, al igual que ocurrió en la 2008-2009.

La afición del BIlbao Basket se echó este viernes a la calle, pero el día anterior lo hizo la del Zaragoza, para clamar por la supervivencia del club y exigir la marcha de los responsables de la entidad, un grupo de empresarios aragoneses a quienes Agapito Iglesias vendió recientemente su paquete accionarial. También se ha creado la fundación Zaragoza 2032, formada por un nuevo grupo de empresarios, liderado por el presidente de Telefónica, César Alierta, que sería la encargada de aportar los ocho millones de euros que la entidad necesita de forma inmediata para pagar a Hacienda y garantizar la salvación.

Aun así, el Zaragoza precisa de otros 20 millones de aquí a septiembre, y la fractura social e institucional en el club de Segunda se ha agravado en las últimas horas. Los actuales dueños del Zaragoza son partidarios de vender la entidad a un grupo inversor mexicano y no ceder el mando a un fundación que propone para la presidencia a Christian Lapetra, hijo del 'magnífico' Carlos Lapetra.

Osasuna y los impagos

Osasuna, aunque continúa amenazado por las denuncias consecuencia de los impagos a sus futbolistas y deberá hacer frente a sus obligaciones antes del 31 de julio para evitar el descenso administrativo a Segunda B, comenzó a respirar la semana pasada. Al menos alcanzó un acuerdo con Hacienda para establecer un calendario de pagos y saldar así su deuda con el fisco. La Agencia Tributaria navarra decidió levantar las medidas cautelares que existían sobre las cuentas de Osasuna y, superado de momento ese escollo, la mayor preocupación se centra ahora en las deudas con los jugadores, un mal hábito instalado en el fútbol español y que este año, según el sindicato de jugadores (AFE), afecta a 194 futbolistas que reclaman casi 23 millones de euros a 18 clubes que en la pasada temporada militaron en Primera y Segunda.

Sin embargo, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) asegura que «los datos que ofrece AFE en relación a la temporada 2013-14, sobre el 28% de salarios respecto de los ingresos y el 70% correspondiente al resto de partidas, son falsos, porque hasta que los clubes no cierran sus respectivos ejercicios el 30 junio de 2014, no se dispone de las cifras de la temporada recién acabada». Entre esta nueva guerra entre patronal y sindicato se encuentra inmerso Osasuna, cuya plantilla celebró el jueves una reunión en el vestuario para analizar los impagos del club. La junta de Osasuna ha cifrado la deuda global de la entidad en 80 millones y debe abonar de inmediato los 7,5 millones que corresponden a sus jugadores.

La deuda con la plantilla rojilla y con futbolistas que ya no forman parte de la actual plantilla, se pudiera solventar con el dinero que abonará la LFP como compensación por haber descendido (nueve millones, en dos pagos), tras el acuerdo alcanzado con patronal y sindicato. «El tema no está cerrado aún, pero se han acercado soluciones. Esto nos permitiría mantenernos en Segunda», aseguró recientemente el presidente de la junta gestora del club pamplonés, Javier Zabaleta.

Bilbao Basket, fuera de la ACB

Bastante más crítica y, en situación casi irreversible, se encuentra el Bilbao Basket, al que la asamblea general de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) excluyó este viernes de forma definitiva de la Liga Endesa, lo que sitúa a una entidad fundada en el año 2000 que en 2011 luchó por el título (subcampeón) al borde de la desaparición. La ACB no ha aceptado conceder al club vasco la prórroga solicitada para devolver el fondo de garantía salarial para pagar a la plantilla parte de los atrasos de las nóminas (195.000 euros), y sus deudas con la propia patronal y los jugadores aboca al Bilbao Basket al abismo.

La patronal del baloncesto subraya que las deudas del Bilbao Basket con la ACB y su plantilla «superan considerablemente la cifra permitida». La deuda del club bilbaíno asciende actualmente a 6.074.000 euros, y la imposibilidad de conseguir un aval ha dejado herida de muerte a una entidad deportiva que no dejó de crecer, que era orgullo de Bilbao, que congregaba a más de 9.000 aficionados en cada partido y que paseaba el nombre de la ciudad también por Europa.