Un clásico siempre tiene una primera vez

Se están moviendo todos los hilos para convertir esta cita en un clásico del calendario triatleta. Para empezar por el baño en el pantano de La Grajera y porque el Consistorio ha tenido que aprobar una medida excepcional para que se permita nadar en las aguas del pulmón logroñés dos días al año y porque el tránsito en bicicleta está todavía pendiente de confirmación en algunos puntos debido a las obras en la confluencia de Nalda y Albelda. Quizá la carrera pedestre sea la más tranquila en este sentido, pero también exige que se abra una segunda zona de boxes en el Espolón donde los deportistas deberían tener previstas sus bolsas con zapatillas, calcetines, viseras, gafas... antes de zambullirse a unos pocos kilómetros.

Ayer se dio un nuevo repaso en el Ayuntamiento a cómo está la situación en torno a este enorme desafío deportivo y logístico. El concejal de Deportes, Javier Merino, explicó enérgico que «nadie podrá destruir esta idea», en relación a la polémica por el baño en el entorno natural de La Grajera. El concejal estuvo acompañado por su homólogo Augusto Ibáñez; por el organizador de la prueba, Pablo Duque; el duatleta Mario Repes y por Antonio Sáez, de la Fundación Vicente Ferrer, como rostro visible de la vertiente solidaria que se abre con esta cita.

Más de 200 inscripciones en una semana hablan del interés de los deportistas por este tipo de pruebas y de la buena salud de una actividad como el triatlón, en crecimiento geométrico y cada vez más implantada en esta región con varios clubes donde poder iniciarse y competir. Los organizadores han quedado impactados con los números de esta primera semana de apertura de inscripciones y confían en llegar a los 800 dorsales que se han planteado como límite. Las inscripciones podrán realizarse a través de la página digital www.triatlondelogrono.com

Los precios por inscripción incrementarán su coste a medida que queden menos días para el desarrollo de la prueba. El triatlón (de verano) combina natación, ciclismo y carrera a pie con diferentes distancias en función de su dureza. En Logroño se practicarán tres modalidades: corta (sprint), media (olímpico) y doble olímpica. Este deporte, llevado al extremo, equivaldría al modelo Ironman, con distancias que se han convertido en mito para los más acérrimos seguidores de un deporte que un día nació a caballo entre el desafío y la fanfarronada de marines estadounidenses.