El niño ucraniano Dmytro Keda celebra su gol en un partido de jugadores profesionales en Polonia. R. C.

Un gol por Mariúpol

Un refugiado ucraniano de 12 años entra a jugar el último minuto en un partido amistoso del Shakhtar y el Lechia, y marca con la complicidad de las gradas

Lunes, 18 de abril 2022, 18:43

Cuando un niño de 12 años tiene que huir de su ciudad porque su casa está bajo el fuego de misiles y en la mira de mercenarios, los gestos redoblan su simbología. La semana pasada Dmytro Keda, que vivía en Mariúpol hasta que la invasión ... rusa lo desplazó a Polonia, entró a jugar para el primer equipo del Shakhtar Donetsk una escuadra de la liga profesional ucraniana, que disputaba un encuentro amistoso contra el Lechia Gdańsk de Polonia.

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Esa noche, bajo los focos del estadio, tan diferentes a la oscuridad del sótano donde se escondió durante las tres primeras semanas de guerra, hasta que pudo escapar, dio algunos pases a sus compañeros, cuyos dorsales tenían el nombre de las ciudades masacradas por los rusos. Con Bucha o Volnovakha en las espaldas de los ucranianos se recordaba la atrocidad que en ese mismo momento ocurrían.

En el tiempo extra, el niño pisó el césped y sacó de medio campo. Con el nombre de su ciudad en su camiseta blanca, sabía cuál era su misión y se adelantó. Hizo una jugada frontal, directo a los tres palos, y con dos toques estrelló el balón contra la red. El gol fue aclamado por las gradas. En el campo, ese 14 de abril, el tanto valía más que un partido que iba, hasta ese momento, empatado con dos goles. «Paren la guerra» era el lema estampado en el pecho de los futbolistas.

Desde luego, el joven contó con la complicidad de sus rivales, que pesaban el doble que él y que aguardaron sin ánimos de regate a que la patada de Dmytro diera un mensaje al mundo. Una vez que anotó el gol, el chico celebró y fue alzado en hombros. Las banderas de ambas naciones se agitaron por igual en las gradas del Polsat Plus Arena de la ciudad de Gdansk, donde se jugó el encuentro. Antes se había rendido homenaje a las víctimas ucranianas con un minuto de silencio.

Gira solidaria

El partido forma parte del Tour Global por la Paz de este equipo profesional que tiene algunos títulos de las ligas de la UEFA, y que busca recaudar fondos para ayudar a Ucrania. Ya ha reunido más de 40 millones de euros, destinados tanto a la «asistencia humanitaria», como al respaldo de las «fuerzas armadas y de defensa territorial», indica la corporación futbolística.

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Esa noche, Dmytro no estaba en el «banquillo» y su ingreso fue «espontáneo», declaró el técnico italiano del equipo de Donestk, Roberto de Zerbi, a los medios que cubrieron el evento. «Fue muy emotivo», describió. El once de Kiev disputará otros noventa minutos contra clubes como el griego Olympiacos o el turco Fenerbahçe.

Tras el encuentro, tanto el gobierno de Ucrania como el club de la capital celebraron la participación del niño. «Un sueño hecho realidad», decían ambos en sus cuentas oficiales. El club también publicó una foto de Dmytro, con cuatro años, en compañía de su padre, en un estadio del ahora asediado Dombás, cuando el Shakhtar visitó el este del país para disputar un partido. Eran otros tiempos.

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