Las medallas de Tokio 2020 nacerán gracias a basura tecnológica

Japón es una de las potencias electrónicas del mundo y para convertirse en una de ellas ha tenido que adquirir muchos materiales debido a la escasez de recursos materiales de las islas. Es por ello que la mina de oro, plata y bronce va a estar en los pequeños electrodomésticos que pierden su vida útil y pasan a ser basura electrónica. Esa va a ser la fuente de las medallas de los olímpicos y paralímpicos de Tokio'20. ¿Las medallas dejarán de ser de oro, plata y bronce? No. Los campeones olímpicos continuarán recibiendo su dorado metal como ha ocurrido en los anteriores Juegos, aunque en realidad ninguno ha recibido oro puro.

Todo tiene una razón económica. Para Río 2016 se han fabricado 5.130 ejemplares, medallas olímpicas y paralímpicas, con una medida de 85 milímetros y pesan medio kilo, pero solo el 1,2% es de oro, el resto, plata. Para los Juegos Olímpicos de Londres se usaron 9,6 kilos de oro, 1.210 kilos de plata y 700 kilos de cobre, el principal componente para el bronce. En una comparación rápida se observa que la cantidad de metales preciados recuperados en Japón durante 2014, desde productos electrónicos, es de 143 kilos de oro, 1.566 kilos de plata y 1.112 toneladas de cobre.

Medallas sostenibles

No será la primera vez que se busque una iniciativa equilibrada. El pasado 5 de agosto, Río encendía su pebetero olímpico en el Estadio de Maracaná con la ecología como eje de su ceremonia de inauguración. El interés por el medioambiente también se trasladó a las solemnes ceremonias de entrega de medallas. Los ramos de flores desaparecieron de los podios y las preseas cariocas incorporan el sello brasileño de sostenibilidad. Las doradas medallas olímpicas abandonaron las trazas de mercurio. Los bronces y las platas en cambio poseen un 33% de materiales reciclados entre los que se encuentran placas de rayos X y espejos. Además, todas las cintas de Río'16 que sostienen las más de 5.000 medallas provienen de botellas de plástico.

La misma composición tendrán las medallas paralímpicas brasileñas que se empezarán a repartir desde el 7 de septiembre, aunque la Casa de Moneda de Brasil, que las produce en Santa Cruz, un barrio del oeste de Río de Janeiro, ha innovado con la inclusión de pequeñas bolas de acero en cada presea. Así, las medallas de oro contienen 28 bolas, que al agitarlas emiten un fuerte sonido que las identifica con las de más valor. Las de plata con 20 y, por último, las de bronce, 16.

Tras el cierre de Río, el Comité Organizador de Tokio ha comenzado este verano la búsqueda de estos materiales en las más de 650.000 toneladas de basura electrónica que el país del sol naciente genera. Por el momento, solo se tratan 100.000 toneladas, así que las empresas y municipios ya están manos a la obra para que en 2020 todas las medallas estén listas para entregar.