El héroe está en casa

Lo que se vivió este martes en la Plaza Mayor de Albelda tiene que ver con el reconocimiento por el éxito logrado y la admiración hacia un ídolo deportivo. Pero va más allá, porque lo que Carlos Coloma vivió y sintió en su pueblo fue mucho cariño, mucha emoción y se refirió a esas lágrimas que nos han conquistado a todos: "No tengo ningún problema en enfrentarme a los mejores del mundo, tampoco en llorar", dijo en una plaza abarrotada de gente que esperó con ilusión la llegada del homenajeado -alrededor de dos horas de retraso, las 21.30-, adornada con banderas de Albelda, de La Rioja, de España.

El héroe fue de nuevo profeta en su tierra. Ya sabía que la gente le quiere por cómo es y por lo que ha logrado, pero lo de este martes no hay duda de que fue especial. Coloma se bajó de un coche negro y primero recibió los besos de su familia. Se acercó la gente a él en ese momento con el máximo respeto, también la máxima alegría, pero sin agobiar, con cuidado, dedicándole con cariño palabras como "enhorabuena, Carlos eres el mejor".

Pocas veces se habrán visto tantos mostachos juntos en tan poco espacio. Niños, hombres y mujeres se colocaron el ya histórico bigotón que ha lucido Carlos en los Juegos Olímpicos. Quizás lo ponga de moda en Albelda, en La Rioja y en España. Quizás sea uno de los productos estrella de chiringuitos y puestos callejeros en las Fiestas de Verano que comienzan el próximo jueves. El cohete se lanzará entonces, pero la explosión festiva se ha vivido ya en Albelda. Coloma inició la fiesta el domingo y ya no hay quien pare a sus paisanos.

El acto, según había anunciado la alcaldesa de Albelda, Rosana Zorzano, iba a ser "sencillo y popular". Y así fue y así lo vivió él. Agotado por el largo viaje y emocionado al máximo a partes iguales, agradeció el apoyo de todos, aguantó besos, abrazos efusivos, cánticos, saludos varios. Es lo que tiene ser un campeón. Es lo que tiene ser un ídolo. Es lo que tiene ser Carlos Coloma.