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Amador Gómez
Viernes, 19 de agosto 2016, 22:38
Aunque la contractura en el gemelo derecho que arrastra Pau Gasol puso en peligro su presencia en la semifinal y Sergio Scariolo también puso en duda la participación del pívot, Pau Gasol disputó finalmente el duelo ante Estados Unidos. «No se va a perder este ... partido seguro», aseguró la víspera Nikola Mirotic en alusión a su ya excompañero en los Bulls, que jugó casi media hora y fue el máximo anotador del partido (7 de 14 en tiros de dos, 2 de 5 triples y 3 de 3 en tiros libres) y el mejor reboteador de España, con ocho capturas, repartidas en defensa y ataque. Al finalizar el choque, Gasol fue abrazado por los jugadores estadounidenses y no faltó tampoco el esperado saludo con los técnicos norteamericanos.
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Pau Gasol jugó dos cuartos completos, el primero y el tercero, y gracias a él España pudo mantener en principio alguna esperanza. Pese a que la gran estrella de España, con una media en el gemelo, acusó cansancio al final del primer período, que cerró con 12 puntos (ya máximo anotador del choque en ese parcial) y tres rebotes, el nuevo pívot de los Spurs pudo descansar gran parte del segundo, cuando Scariolo hizo jugar a la segunda unidad. Le relevó Willy Hernangómez y el exmadridista cumplió durante casi seis minutos y medio, hasta que el mayor de los Gasol volvió a salir a pista, aunque entonces fue frenado por Cousins y compañía.
Volvió sin embargo Gasol a salir arrollador tras el descanso, cuando se convirtió en único protagonista de la ofensiva española, con tres canastas consecutivas. Sólo anotaba él en la selección, para no permitir entonces que los americanos se escapasen (45-53), aunque después de tanta exigencia y ante el poderío atlético del rival, el pívot catalán comenzó a desesperarse. Ni siquiera le pudo reanimar su segundo triple para acercar a ESpaña 53-61, porque ya estaba sufriendo excesivamente en la zona, donde empezó a hacérsele de noche para anotar ante el musculoso brazo y la agresividad defensiva de los estadounidenses.
Su cara y su andar cansino al término del tercer período reflejaban el esfuerzo y la impotencia que sentía en esos momentos. Se lamentó y se echó las manos a la cara nada más sentarse en el banquillo, pero, como es imprescindible en esta selección, en cuanto Scariolo comprobó que el rival podía distanciarse definitivamente, Gasol volvió saltar a pista para intentar parar a Estados Unidos. Una quimera. Como el resto de sus compañeros, no estuvo sin embargo nada fino cuando el partido iba camino de la resolución definitiva.
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