Eaton ya lo tiene todo

Asthon ha hecho todo lo posible por mejorar a su mujer de la mano de Harry Marra, un veterano entrenador de 68 años que vive entregado al atletismo, algo que ha aceptado su pareja, aunque este año ha decidido irse a Reno (Nevada) para atender a su hijo Andy después de sufrir un accidente de coche y quedarse sin empleo. Marra ha modelado al mejor decatleta, un hombre que en Río ha conquistado lo último que le quedaba pendiente, el récord olímpico. Lo hizo por los pelos pues, después de las diez pruebas, igualó los 8.893 puntos que realizó Roman Sebrle en Atenas 2004.

Eaton tiene ese récord, el del mundo, dos títulos olímpicos y dos mundiales. En el estadio Joao Havelange logró su segunda medalla de oro consecutiva en unos Juegos, algo que solo habían conseguido dos atletas a lo largo de la historia: el estadounidense Bob Mathias (1952) y el británico Daley Thompson (1984).

Después de hacer la última muesca, Ashton Eaton se fue a la grada a abrazarse con Marra. Fue un apretujón largo y sentido. Luego le dijo algo que pareció una muestra de agradecimiento. No han sido unos días fáciles en Río. Después del último Mundial, donde Bri fue segunda, se fueron dos meses y medio de vacaciones por Japón, Mozambique y Kenia en busca de airearse antes de entregarse a su reto olímpico. Durante el heptatlón, Ashton siguió a su pareja desde la grada con una gorra de Canadá que desató algún desprecio. El plusmarquista mundial se lamentó por ello y dijo que él, precisamente él que lo ha ganado todo para su país, no tenía que demostrar su patriotismo.

Ashton y Bri regresarán a Eugene. Él metera en su caja una nueva medalla de oro y ella dejará la suya de bronce con la angustia de si nunca logrará una de oro en heptatlón.

El español Pau Tonnesen terminó en el puesto 17 con 7.982 puntos, muy lejos de su techo.