fernando miñana
Jueves, 18 de agosto 2016, 03:56
Publicidad
Tianna Bartoletta (antes Madison) parecía que se iba a comer el mundo en 2005, cuando logró, con solo 19 años, proclamarse campeona del mundo de salto de longitud en Helsinki. Pero después de aquel éxito temprano llegaron años de sequía, aunque en los 60 metros ... bajo techo arañó un par de medallas. Pero diez años después, ya con 29, volvió por sus fueros y recuperó su corona en el Mundial de Pekín. Ahora, ya en los Juegos, la estadounidense atrapó el otro gran título en una magnífica final.
En esta segunda juventud, Bartoletta, una atleta rápida y explosiva, ha demostrado también que es una gran competidora. El año pasado, en el Nido, firmó su mejor marca de siempre (7,14). Y en Río, en una final extraordinaria, volvió a mejorar su récord personal hasta 7,17 (+0.6 m/s). Tuvo que hacerlo para aguantar la presión de la anterior campeona olímpica, su compatriota Brittney Resse, que la había derrotado en los Trials con la mejor marca mundial desde 2004 (7,31) y que en Río ser quedó a solo dos centímetros (7,15). Tercera, completando un podio de un nivel altísimo, finalizó la serbia Ivana Spanovic, que batió el récord nacional (7,08).
Bartoletta recordaba aquella primera experiencia internacional, en 2005, la excitación por su primer gran viaje a Europa, y cómo ahora iba por su tercer pasaporte repleto de cuños de todos los rincones del mundo. Pero más que esos detalles, rememora que aquella niña no estaba preparada para aquel triunfo inesperado. Aquella era una atleta que comía cualquier cosa, no como la actual, que cuida su alimentación y no deja que pasen más de tres horas sin una ingesta.
La final de longitud también contó con la presencia de la única atleta rusa en Río de Janeiro. Darya Klishina demostró que han sido unas semanas demasiado convulsas y, con un mejor salto de 6,63, no logró pasar a a mejora. La doble campeona de Europa recibió la noticia el sábado de que no iba a poder competir y tras apelar recibió la autorización dos días después. Klishina ha sido la excepción porque vive desde hace años en Estados Unidos y ha pasado varios controles fuera del controvertido laboratorio de Moscú.
Publicidad
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.